El Ayuntamiento de Teruel y Endesa han despejado el camino administrativo para que puedan reanudarse las obras de construcción de la segunda piscina climatizada de la ciudad, el proyecto estrella del equipo de gobierno municipal PP-Cs que, sin embargo, lleva bloqueado más de seis meses al tropezar las máquinas con dos líneas eléctricas en la zona donde irá el vaso.

El pasado 7 de agosto, el Ayuntamiento aceptó las condiciones técnicas y económicas propuestas por Endesa para desviar el cableado eléctrico afectado por las obras y ahora la compañía, que ya ha presentado los proyectos, espera conseguir la licencia de obras para llevar a cabo esta actuación, que tendrá un coste de 18.000 euros que será asumido por el Ayuntamiento.

Con todo, no hay una fecha concreta para que se retomen las obras de la nueva piscina climatizada, que con un coste de casi 4 millones de euros es una de las instalaciones deportivas más demandadas por la ciudadanía debido a la obsolescencia que presenta la piscina cubierta que existe en la actualidad. Ubicada dentro del polideportivo San Fernando, resulta pequeña para la afluencia de nadadores y la antigüedad de la misma hace que se produzcan frecuentes averías.

El concejal de Infraestructuras, Juan Carlos Cruzado, calculó este lunes que Endesa obtendrá la licencia municipal en el plazo aproximado de dos semanas, tras lo cual, la empresa, que también está pendiente de obtener una autorización del Departamento de Industria del Gobierno aragonés, dispondrá de un mes y medio para realizar la derivación de las dos líneas eléctricas, de media y baja tensión, respectivamente. Una vez resuelto este escollo, volverán a trabajar las máquinas en la zona de los Planos en la que va a estar ubicado el nuevo servicio deportivo.

Cruzado aseguró, no obstante, que las obras se reanudarán “a la mayor brevedad posible” y, en todo caso, “antes de que acabe el año”. El concejal de Infraestructuras explicó que, si bien al planear el emplazamiento de la nueva piscina climatizada se sabía que en el terreno elegido había líneas eléctricas, se desconocía con exactitud el punto por el que pasaban. A principios de este año, las máquinas que realizaban el movimiento de tierras tuvieron que parar al encontrar el cableado.

“Hay que arrancar ya con esas obras", apremió Juan Carlos Cruzado, quien puso en duda que los trabajos puedan estar acabados dentro del plazo previsto, 15 meses a partir de septiembre de 2019. El concejal explicó que las obras “están en una fase muy inicial, todavía se está haciendo el movimiento de tierras”. El parón de los trabajos al aparecer dos líneas eléctricas en el subsuelo generó críticas de los grupos de la oposición, que achacaron al equipo de gobierno municipal imprevisión.