El Ministerio de Transportes ha iniciado este martes los trabajos de reparación del hundimiento de la calzada de la N-234 a la altura del desvío hacia el parque de Fuente Cerrada de Teruel. La actuación obligará a cortar durante tres meses la circulación por al carretera nacional que es, a la vez, una de las conexiones de la capital turolense con la autovía A-23.

El hundimiento de la carretera obligó hace cuatro meses a cortar dos de los tres carriles de la N-234, lo que genera un estrechamiento de la vía en el mismo punto del enlace para dirigirse a Fuentecerrada. La inestabilidad del terreno provocó la aparición de profundas grietas y blandones en el firme. Un semáforo regula el tráfico desde entonces para dar paso alternativo a los dos sentidos de circulación por el único carril disponible.

El Ministerio de Transportes ha anunciado a través de un comunicado el arranque de las obras de saneamiento de la calzada en la zona de Caparrates, en el punto kilométrico 114. El proyecto que se va a acometer incluye la demolición y posterior reconstrucción de todo el terraplén que enlaza con el puente sobre la vía ferroviaria de la línea Teruel-Valencia.

La circulación se cortará en el punto donde se acometerá la reforma a partir del próximo 9 de septiembre y durante todo un trimestre. El cierre de esta carretera complicará la comunicación de la ciudad con la autovía A-23 y entre la capital y las urbanizaciones situadas más allá del tramo hundido.

El Ministerio de Transportes informa de que seguirá abierta la conexión entre Teruel y Fuente Cerrada, pero no se podrá llegar desde la ciudad a la A-23 por la N-234 para tomar la autovía en dirección a Valencia.

Para acceder a las urbanizaciones de Valdelobos y Aguanaces, habrá que salir a la A-23 y dar un rodeo para incorporarse a la N-234 por la salida de La Venta Rosa. El tráfico procedente de Valencia por la autovía deberá llegar a la ciudad por la salida de Teruel Centro.

El Ministerio de Transportes achacó el hundimiento de la carretera a la perdida de solidez del talud que la soporta como consecuencia de las fuertes lluvias de la pasada primavera.