naturaleza

El Matarraña cuenta con 120 olivos milenarios y se concentran en los pueblos de menos altitud

La Portellada y Calaceite son los pueblos más representados en el primer avance del catálogo de estos árboles que patrocina la Comarca.

Olivo milenario de Valdetormo tronchado por el temporal Gloria.
Olivo milenario de Valdetormo tronchado por el temporal Gloria.
Fernando Zorrilla.

El primer avance del catálogo de olivos milenarios y singulares de la comarca del Matarraña, que acaba de ser entregado por el equipo redactor, constata que el número de ejemplares excepcionales superará los 100 previstos inicialmente y se elevará hasta 120. Además, estos árboles se concentran en las tierras del centro y norte de la demarcación comarcal, las de menos altitud, y corresponden en su inmensa mayoría a la variedad empeltre, aunque también aparecen especímenes excepcionales de otras variedades, como la manzanal.

La elaboración del inventario, financiada por la Comarca del Matarranya y el grupo de Acción Local Bajo Aragón Matarraña, ha constatado los destrozos causados por el temporal Gloria del pasado invierno también entre los olivos milenarios.

El equipo redactor, coordinado por Fernando Zorrilla, acaba de entregar a la comarca el primer tercio del trabajo. Consiste en 40 fichas correspondientes a otros tantos olivos con más de 3,5 metros de perímetro a 1,3 metros del suelo –una característica identificativa de los ejemplares de más de mil años– o que presentan circunstancias especiales por su rareza. Zorrilla señaló que el inventario será «más extenso de lo previsto» porque, al arrancar, no preveían superar el centenar.

La catalogación se ha ampliado a ejemplares de más de tres metros de perímetro por entender que se trata también de olivos singulares que forman parte del patrimonio natural de la comarca y merecen ser conservados. Los autores del estudio consideran que las referencias fijadas para el árbol milenario –las mismas aplicadas en el catálogo de la Taula del Senia (entre Teruel, Tarragona y Castellón)– deberían rebajarse en el caso del Matarraña, porque el crecimiento es menor en esta comarca de interior por su clima más duro que el costero.

Las mayores concentraciones de olivos milenarios se dan, hasta el momento, en Calaceite y La Portellada, con una decena de ejemplares en cada caso. Se trata también de localidades ubicadas en las zonas de altura media y baja dentro de la comarca. Pero este patrimonio natural salpica prácticamente toda la comarca, con muestras en Valderrobres, Cretas, La Fresneda, Valjunquera, Valdeltormo y Ráfales, entre otros.

Un agricultor posa con su olivo milenario La Femada, en La Fresneda.
Un agricultor posa con su olivo milenario La Femada, en La Fresneda.
Fernando Zorrilla.

Del total de ejemplares catalogados al terminar el estudio –a principios de 2021–, se seleccionarán los 12 más singulares por sus dimensiones, rareza o por su potencial como reclamo turístico para un estudio científico de su edad y su genética. La datación se llevará a cabo, probablemente, en colaboración con el Centro Superior de Investigaciones Científicas a través de pruebas de Carbono-14, mientras que el análisis genético podría llevarse a cabo en el Banco de Germoplasma del Olivo de Córdoba, un organismo que guarda el genoma de todas las variedades de olivos del país. La información sobre este grupo de árboles se recopilará en un libro, que repasará también la importancia histórica de la oleicultura en la comarca.

Fernando Zorrilla explica que la edad de los árboles no se podrá determinar mediante el estudio de los anillos de crecimiento debido a la dificultad de la extracción de las muestras en el olivo y a que los ejemplares más longevos suelen tener el centro del tronco hueco.

Zorrilla muestra su "sorpresa" por el desconocimiento generalizado que existe sobre los olivos milenarios en la comarca. En muchos casos, solo son conocidos por el propietario y su circulo más cercano. Algunos dueños de árboles catalogados "han conservado estas oliveras sintiéndose muy orgullosos de poseer un ejemplar de estas características, como una parte de la historia natural del Matarranya", dice Zorrilla.

El investigador añade que el objetivo final del catálogo es la explotación "oleoturística" de los olivos más accesibles y de interés especial por sus dimensiones y también la conservación de todos los especímenes identificados. Fernando Zorrilla aventuró que una posible solución para asegurar la conservación de estos árboles tan vinculados a la historia y la naturaleza de la comarca pasaría por habilitar algún tipo de ayuda que contribuyera a que los agricultores vieran la preservación de estos olivos "no como una rémora sino como una ventaja por sus contrapartidas".

La conservación de estos ejemplares se ha visto perjudicada por la dificultad de su adaptación a la agricultura mecanizada y, más recientemente, por el temporal Gloria, que derribó parte de su ramaje bajo el peso de la nieve.

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