La actividad de la Fiscalía de Medio Ambiente de Teruel creció un 30% durante el confinamiento por la pandemia de covid-19, que comenzó el 14 de marzo y acabó el 21 de junio. Así lo explica el fiscal delegado de este área, Jorge Moradell, quien atribuye el incremento de denuncias a un aumento de la sensibilidad de la población y también a una mayor visibilidad de los supuestos delitos en una época en la que calles y parajes naturales estuvieron prácticamente desiertos.

La Fiscalía investiga, entre otros, un posible caso de envenenamiento de gatos en Albarracín motivado, quizá, por la creencia de los autores de que los felinos pueden transmitir el coronavirus. Resurgió también, debido a la crisis económica, la práctica ilegal de capturar pájaros cantores para su venta y 9 personas quebrantaron el confinamiento para ejercer la caza furtiva. Por otro lado, se detectó un aumento de las adopciones de perros para luego ser abandonados.

Desde la Fiscalía destacan, además, que la condena más severa impuesta hasta ahora en España por matar a un animal doméstico es la que dictó el Juzgado de lo Penal de Teruel el pasado 17 de junio contra Igor el Ruso. El exmilitar servio, que campó a sus anchas por los montes y huertos de Andorra y Albalate del Arzobispo antes de acabar con la vida de dos guardias civiles y un ganadero el 14 de diciembre de 2017, ha sido castigado con 18 meses de prisión por matar a un perro de caza que vivía en una perrera en una casa de campo de Albalate del Arzobispo.

La condena, que se eleva en total a seis años y medio de prisión al acumular penas por los robos que cometió en la zona,  supone también la primera sentencia firme en España contra Igor el Ruso. Norbert Feher -su nombre real- fue condenado a primeros de año a 21 años de prisión por intentar matar a tiros a dos vecinos de Albalate del Arzobispo, pero el fallo está recurrido. Igor el Ruso tiene pendiente el juicio por el triple crimen de Andorra, pero no hay todavía una fecha para su celebración.