El Colegio de Arquitectos reclama que el nuevo PGOU de Teruel afronte la degradación de Pomecia

El Colegio Oficial de Arquitectos de Aragón considera que el nuevo Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) de Teruel debería abordar la situación del barrio de Pomecia, una de las zonas más degradadas de la ciudad y ocupada, principalmente, por población de etnia gitana. La demarcación de Teruel del órgano colegial remitió al Ayuntamiento una sugerencia al avance del PGOU, en proceso de redacción y que se aprobará inicialmente a finales de 2020 con el propósito de sustituir al planeamiento urbanístico de la ciudad, que data de 1985.

La aportación del Colegio de Arquitectos, entregada en la fase de consultas previa a aprobar el avance, alerta de que en el borrador del nuevo PGOU "no se hace ninguna referencia" a Pomecia "ni en el apartado relativo a parcelaciones y edificaciones ilegales ni a su inclusión en posibles áreas de regeneración o renovación urbana". Este barrio esta constituido, fundamentalmente, por edificaciones ilegales, lo que han propiciado varios contenciosos judiciales entre la propiedad del suelo y el Ayuntamiento.

Los arquitectos consideran que "debería corregirse" la "omisión" de la situación de Pomecia y "estudiar posibles alternativas" para regularizar este barrio.

La sugerencia reivindica también la conservación de la vega del Turia y su aprovechamiento como zona verde. Cuestiona la propuesta de habilitar una extensa zona de suelo terciario urbanizable a ambos márgenes de la carretera de Cubla porque amenazaría un espacio "con un gran interés paisajístico que debería protegerse de posibilidades edificatorias". El Colegio considera más apropiado limitar el espacio terciario a "las naves ya existentes del Corte Inglés y Seur" y contemplar en "el futuro" su "desaparición y traslado" a otro lugar de menos impacto visual, como el entorno del polígono La Paz.

También plantea la conveniencia de incorporar la vega del Turia a las zonas verdes de la capital para compensar "la polarización" a la que, según los arquitectos, tiende el nuevo PGOU en favor del parque de Las Arcillas. Aboga por cuidar el paisaje del entorno urbano con "especial sensibilidad" para las vegas de los ríos Turia y Alfambra, "hacia las que debería mirar y abrirse la ciudad".

El Colegio de Arquitectos aplaude la supresión de grandes bolsas de suelo urbanizable previstas en el PGOU vigente, como el polígono de Celadas o en la carretera de San Blas, pero cuestiona la conservación de una "gran extensión de suelo residencial de baja densidad" en Las Viñas. Señala que la urbanización de este espacio es muy compleja y de elevados costes por lo que plantea aumentar la densidad edificatoria en parte de este área, una de las cinco bolsas de suelo urbanizables propuestas en el avance –todas en torno a la Vía Perimetral–.

Respecto a las áreas de regeneración y renovación urbana –en las que se procedería a una rehabilitación edificatoria, más agresiva en el segundo caso–, alerta de que comportarán inversiones "muy importantes" que deberían cuantificarse y planificarse. Propone una nueva área de regeneración para los bloques del Ensanche delimitados por las calles Ruiz Jarabo, Barcelona, Marcos Peña Royo y Moncada.

Los arquitectos consideran que se focalizan "excesivamente" los equipamientos deportivos en la ciudad deportiva de Los Planos y proponen planificar y acondicionar como zonas verdes las laderas del Centro Histórico y el Ensanche. 

El Colegio plantea mejorar las intersecciones entre la cuesta de los Gitanos y la avenida Europa, entre la cuesta de la Enriqueta y la avenida de Sagunto y entre la calle Santa Amalia y la carretera de Alcañiz. Alerta de que el futuro enlace entre la Vía Perimentral y el nuevo hospital debe "revisarse" porque se convertirá en una nueva "puerta" a la ciudad.

Además del Colegio de Arquitectos han presentado sugerencias al avance del PGOU otros 17 colectivos y particulares, aunque dos de las propuestas han sido desestimadas al referirse a cuestiones individuales que deberán ser abordadas en fases posteriores de la tramitación del Plan. Entre las aportaciones recibidas, destacan también las del Colegio de Ingenieros de Caminos de Aragón y de la Federación de Asociaciones Vecinales de Teruel, que coinciden en reclamar que se tengan en cuenta el trazado e impacto de la autovía A-40 y del corredor ferroviario Cantábrico-Mediterráneo.