La conexión entre Teruel y Madrid por autobús una vez se levante este fin de semana el estado de alarma por la pandemia de covid-19 será prácticamente testimonial. De las dos relaciones diarias en cada sentido –salvo el sábado, que solo había una– que unían a ambas ciudades antes de la crisis sanitaria, se pasará a una única expedición el viernes y otra el domingo, ambas de ida y vuelta.

El director de la empresa de autobuses concesionaria de la línea, David López, puntualiza que "hay posibilidad de mejora con una vuelta paulatina del servicio", pero tampoco oculta que la compañía "está casi en quiebra" y que sus trabajadores llevan más de dos meses sin cobrar la nómima. Señala que la recuperación del servicio a los niveles previos a la pandemia "dependerá de la respuesta de los viajeros y de que las Administraciones puedan apoyarnos". López recalca que la comunicación entre Teruel y Madrid por autobús "es muy deficitaria".

Así las cosas, los turolenses solo podrán ir a Madrid los viernes a las 6.00 y los domingos a las 14.00. Regresar en el día con las gestiones realizadas será una labor casi imposible, pues el autobús de vuelta a Teruel los viernes sale a las 15.00 y los domingos, a las 19.00. Teniendo en cuenta que el viaje en bus entre ambas capitales puede llegar a alargarse casi cinco horas –depende de las paradas intermedias– el plazo de tiempo para permanecer en la capital española se reduce a no más de cuatro o cinco horas.

Tampoco los viajes a Valencia desde Teruel regresan al 100%. Antes de la pandemia, había cuatro relaciones diarias de ida y vuelta mientras que a partir de la semana que viene solo habrá dos. Los autobuses saldrán de Teruel a las 8.30 y a las 17.00 y desde Valencia, a las 11.00 y a las 19.30. "Teruel está en grave riesgo de quedarse sin servicio a Madrid y Valencia", advierte el director de la empresa de autobuses.

Se da la circunstancia de que el autobús es el único medio de transporte público del que disponen los turolenses para ir a Madrid, ya que Teruel es la única capital sin un triste tren al centro de la Península.