Los guardias de Muniesa dicen que el Rambo de Requena les disparó "a matar"

Los dos guardias civiles que el pasado día 8 se disponían a identificar a Pedro Lozano –el delincuente valenciano apodado Rambo de Requena– en Muniesa cuando este les recibió a tiros afirman que los disparos pretendían acabar con sus vidas al apuntarles directamente a la cabeza.

Uno de los agentes, Juan Carlos Monterde, se protegió con el brazo y sufrió graves heridas en esta extremidad mientras que su compañero resultó ileso porque tuvo tiempo de esquivar el impacto.

El abogado que representa a los dos guardias tiroteados en Muniesa en el procedimiento abierto en los juzgados de Alcañiz, Jorge Piedrafita, afirma que el buscado delincuente -la Guardia Civil andaba tras su pista desde hace tres meses como presunto autor de una cadena de robos en Valencia- "trató de matar" a los dos agentes, que repelieron la agresión con disparos de sus armas reglamentarias y le pusieron en fuga.

Pedrafita explica que el delincuente, que había robado un vehículo en El Castellar esa misma mañana, "buscó la mejor situación para disparar" a sus perseguidores, al situarse en un callejón y esperar que los dos guardias bajarán del vehículo para hacer fuego. El abogado señala que los dos guardias siguieron a Pedro Lozano porque el coche respondía a la descripción del sustraído horas antes en El Castellar.

Tras apoderarse de una furgoneta en la localidad, Lozano siguió su huida hasta Andorra, donde fue detenido por la Guardia Civil. El letrado resaltó "el esfuerzo de todos los guardias civiles" que intervinieron en la captura "poniendo en riesgo su propia vida". El fugitivo apuntó con su escopeta de cañones recortados a los agentes que le perseguían, que tuvieron que dispararle en una pierna para atraparlo.

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