La provincia de Teruel fue la zona de España donde más se incrementaron las lluvias respecto a la normalidad durante el último trimestre, según la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet). El aumento de las precipitaciones se centró en el mes de marzo, con cifras de lluvia acumulada en la capital turolense que multiplican por cinco la media histórica. También abril estuvo muy por encima de lo habitual al duplicar los registros habituales.

El indice de precipitación estandarizado (IPS, en las siglas en inglés) que elabora la Aemet revela que desde febrero a abril, ambos inclusive, la provincia alcanzó un nivel 2 dentro de una escala que oscila entre -4 y 3. La capital turolense fue el punto de toda España con el indicador más alto, pero el resto de la provincia –con la salvedad de su extremo nordeste– se quedó en un 1,5 que supera los niveles del resto del Estado empatado con Castellón y parte de la provincia de Barcelona. Al ampliar el tiempo analizado a seis meses, solo la capital catalán y su entorno superan los indicadores turolenses.

El liderazgo de la provincia en precipitaciones –respecto de sus registros históricos– llega solo dos años después de que la capital turolense sufriera la peor sequía de los últimos 25 años, lo que obligó a aplicar restricciones del consumo como el cierre de todas las fuentes públicas, la suspensión del riego de jardines y la cancelación del baldeo de calles.

El delegado de la Aemet en Aragón, Rafael Requena, explica que el liderazgo de Teruel en cuanto a las precipitaciones relativas se debe a la "preponderancia" de las situaciones meteorológicas "mediterráneas" frente a los frentes atlánticos, que dejan muchas menos lluvias en la provincia. Adelantó que la racha de temporales de Levante continuará en los próximos días.

Requena explica que "últimamente" desde la Aemet se detecta un mayor "protagonismo" de los frentes de lluvia mediterráneos respecto de los de origen atlántico. Añade que las sucesivas situaciones de "gota fría" de los últimos dos meses han situado a Teruel como la zona más húmeda del país proporcionalmente a sus cifras habituales.

El observatorio de la capital turolense alcanzó en marzo los 105 litros de agua por metro cuadrado, cuando la media histórica es de 19, con un incremento del 444%. También abril siguió la buena racha, con 72 litros por metro cuadrado frente los habituales 37, lo que supone un incremento del 94%, prácticamente el doble. Requena explica que, históricamente, en Teruel las lluvias "más copiosas" llegan con temporales de Levante que descargan la humedad acumulada en el Mediterráneo.

Marzo fue un mes calificado como "muy húmedo" por la Aemet en Zaragoza y Huesca, pero en Teruel fue "extremadamente húmedo", con un observatorio, el de Castellote, que alcanzó una pecipitación del 750% respecto a la media de los últimos 20 años. Abril también fue excepcional en Teruel, con una calificación de «muy húmedo», mientras que en Zaragoza fue «húmedo» y en Huesca «normal», con zonas por debajo del 75% de la media en el Pirineo. La buena racha meteorológica hace que el pantano del Arquillo, que abastece a la capital, almacene actualmente 18,6 hectómetros cúbicos, el 93% de su capacidad máxima, 20 hectómetros cúbicos. En febrero de 2018, se quedó con solo 2,8 hectómetros cúbicos, el 13%.

Las copiosas precipitaciones de la presente primavera han disparado las expectativas de cosecha. Fernando Sanz, un cerealista de Cella, explica que los sembrados presentan un crecimiento "que no se veía desde hace años". Añade que las lluvias de marzo y abril fueron abundantes y cayeron de forma pausada lo que evitó daños y favoreció la penetración en el suelo. A su juicio, si no hay contratiempos con las granizadas, "habrá buena cosecha". Además, el trigo y la cebada, con la humedad y el buen tiempo, han adelantado su crecimiento 10 días respecto a una campaña normal.