pandemia

El obispo de Teruel propone un "servicio de seguridad" para reanudar las misas con garantías sanitarias

Da instrucciones para prescindir de los cantos y del saludo de la paz y ordena dejar las puertas de los templos abiertas para que "nadie toque nada".

Pregon de la semana santa de Teruel a cargo de Antonio Gomez Cantero,Obispo de Teruel. Foto Antonio garcia/bykofoto. 16/03/18 [[[FOTOGRAFOS]]] [[[HA ARCHIVO]]]
El obispo de Teruel, Antonio Gómez, en un acto celebrado en la catedral.
Antonio Garcia/Bykofoto

El obispo de Teruel y Albarracín, Antonio Gómez Cantero, ha remitido a las parroquias una extensa carta en la que pormenoriza las condiciones que habrá que cumplir para volver a la reanudar la celebración de misas con público, una posibilidad que podría recuperarse el próximo 11 de mayo, aunque con muchas limitaciones de aforo y precauciones sanitarias para evitar los contagios por el coronavirus

Gómez Cantero explica: "Ya que hemos esperado con paciencia, no nos precipitemos ahora y así evitemos el rebrote de la pandemia". Recuerda que, también durante el periodo de normalización, los católicos están "eximidos" de participar en la misa e invita a mayores y enfermos a contemplar la ceremonia por distintas vías pero sin acudir a los templos.

El obispo turolense recuerda que las puertas de las iglesias deben estar "abiertas de par en par para que nadie toque nada" y señala que, en el primera fase de la desescalada, solo podrá utilizarse un tercio del aforo total. Insta a las parroquias de fijar itinerarios de entrada y salida para evitar encuentros entre los fieles, que deberán sentarse guardando una separación de dos metros. 

Las normas que detalla la carta incluyen usar "siempre" mascarilla y, si es posible, también guantes. Se suspenden aspectos de la celebración como dar la paz, la colecta, cantar o utilizar al agua bendita -la pila deberá estar vacía-. Recomienda retirar objetos religiosos que los feligreses suelan besar. En los pueblos, considera interesante el traslado de las misas estivales a espacios abiertos.

El obispo, que inicia su escrito recordando a los fallecidos por la covid-19 y a sus familias, propone organizar un servicio "de seguridad" que vele por la celebración de las ceremonias con debidas garantías sanitarias para evitar la transmisión de la enfermedad. 

En la celebración de la Eucaristía, deberán respetarse las distancias de separación, entregar la comunión en la mano y el sacerdote debe actuar con la mascarilla puesta. 

Antonio Cantero explica que las fechas de las comuniones se decidirán en las parroquias cuando se normalice la situación y entre los sacerdotes, los padres y los catequistas. Las confirmaciones se prevén para septiembre, aunque la fecha dependerá de la evolución de la epidemia. Al oficiar matrimonios o bautizos, aboga por acortar los ritos y por extremar las medidas higiénicas. Respecto los enlaces matrimoniales, plantea celebrarlos sin eucaristía y pide "no tirar arroz" ni manipular las flores, que debe disponer una floristería profesional.

El obispo recomienda con carácter general la desinfección de los templos y otras medidas profilácticas porque aunque "puede parecer todo esto muy exagerado, es cuestión de salud pública y no de liturgia".

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