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El alcalde de Torre de Arcas, atrapado en Ecuador por el coronavirus

Juan Carlos Arrufat y su mujer, Nancy Campaña, llevan un mes intentando regresar a España después de la cancelación del vuelo que habían adquirido.

Juan Carlos Arrufat, alcalde de Torre de Arcas, en Ecuador.
Juan Carlos Arrufat, alcalde de Torre de Arcas, en Ecuador.
J. D. L.

La crisis del coronavirus ha atrapado a muchas españoles fuera de España. De la noche a la mañana se han encontrado con vuelos suspendidos y fronteras cerradas. Uno de los afectados es el alcalde de Torre de Arcas, Juan Carlos Arrufat, que lleva un mes confinado en Ecuador, junto a su mujer Nancy Campaña, después de haber viajado al país hispanoamericano hace dos meses. Ambos partieron el 16 de febrero para visitar a la familia de Nancy, en la ciudad de Ibarra, capital de la provincia ecuatoriana de Imbabura y tenían previsto regresar a España el pasado 20 de marzo en un vuelo que debía partir de Quito. La capital ecuatoriana se encuentra a tan solo 115 kilómetros de Ibarra. Sin embargo la cancelación de los vuelos y el cierre de los aeropuertos y las fronteras les ha imposibilitado, hasta la fecha, retornar hasta alguno de los aeropuertos españoles.

En el caso de Ecuador, el presidente de la República, Lenin Moreno, decretó el 16 de marzo el estado de excepción, un día después de que en España se decretase el estado de alarma. El estado de excepción comportó la limitación de la práctica totalidad de las operaciones aéreas de pasajeros. Además, fueron muchas las compañías que decidieron suspender sus rutas.

El matrimonio matarrañense intentó cambiar en repetidas ocasiones sus billetes de la compañía aérea Plus Ultra pero resultó misión imposible. "No funciona ningún vuelo. Durante los primeros días probamos con Iberia, KLM y todas las que operan aquí pero cancelaron todos los vuelos", explica el primer edil de Torre de Arcas. De este modo ambos suman ya un mes retenidos en la ciudad de Ibarra.

Tras la suspensión del vuelo el alcalde y su mujer contactaron con la Embajada de España en Ecuador. El matrimonio remitió al organismo diplomático toda su documentación personal y el número de sus billetes para ser canjeados por otro vuelo o para ser ubicados en algún vuelo humanitario. En un primer momento la comunicación fue fluida y las respuestas, siempre vía mail o mensaje de texto, llegaban con relativa rapidez. Sin embargo conforme fueron pasando los días, dejaron de llegar noticias de la embajada a pesar de que el alcalde intentó de forma insistente contactar con los diplomáticos patrios. Mientras tanto la agencia de viajes con la que contrataron el vuelo hizo un intento de reubicar a Juan Carlos y Nancy en un avión previsto para este próximo domingo 19. No obstante, las últimas noticias no son nada halagüeñas después de que hace pocos días recibiesen una llamada de la agencia de viajes en la que se les notificó que, con toda probabilidad, este vuelo no podrá salir de Ecuador y el retorno a España podría demorarse hasta el mes de junio.

Sin embargo el pasado miércoles, por fín, Juan Carlos y Nancy recibieron una llamada telefónica de la embajada de España en la que se les comunicó que se les intentaría ubicar en un vuelo humanitario pero no les ofrecieron más información ni ninguna posible fecha. "Durante todas estas semanas nos fue imposible contactar por teléfono con la embajada. En esta última comunicación tampoco nos han dicho cuándo podremos volver", añade Arrufat. Uno de los asuntos que más preocupan al alcalde es no poder estar al frente del Ayuntamiento en una situación especialmente complicada, en una localidad que padece, de forma especial, la falta de servicios y con una población muy envejecida.

El primer edil reconoce que en Ibarra se encuentran bien, aunque se siente angustiado por el hecho de no poder volver a España y no poder estar frente la alcaldía junto a sus vecinos en estos difíciles momentos. Todo ello pese a que le tranquiliza que el teniente-alcalde José Miguel Ferrer, está al mando de todas las decisiones y pendiente de todo lo que ocurre en la pequeña localidad del Matarraña. "Decidimos dejar al mando de la alcaldía al teniente de alcalde mientras estuviese fuera. Lo cierto es que solo iba a ser cosa de un mes. Esto nos ha venido totalmente de imprevisto", explica Arrufat.

Las medidas de confinamiento son, también, muy restrictivas en Ecuador. No está permitido salir de casa a partir de las 14.00. Las tiendas de ultramarinos y los supermercados han establecido un reducido aforo limitado y la gente que puede, hace uso de mascarillas. Sin embargo también se dan casos de incumplimiento de la norma. "Hay un despliegue importante de policía y fuerzas de seguridad. Al que ven por primera vez lo avisan, pero al que incumple por segunda vez el confinamiento lo multan severamente y al que cogen por tercera vez le embargan el sueldo", añade Arrufat.

Pese a las alarmantes noticias que llegan de otras regiones del país y de otras ciudades ecuatorianas como Guayaquil, Arrufat relató que la situación en Ibarra actualmente está bajo control y, por el momento, se han dado muy pocos casos de coronavirus. Se trata además de una zona montañosa y forestal, de una extraordinaria belleza y cuyos pueblos y ciudades se encuentran rodeados de altas montañas de más de 4.500 metros de altitud, muchas de ellas de origen volcánico y entre las que destaca el pico Nevado Cotacachi de 4.944 metros. Algo que, explica, se nota en el tranquilo y apacible día a día habitual de esa región ecuatoriana. Durante estos días, Juan Carlos y Nancy se entretienen en el pequeño huerto que tienen en la vivienda de su familia política. La situación sin embargo es dramática en otras zonas del país, con un total colapso de los hospitales y de los servicios funerarios y decenas de muertos sin confirmar todos los días. Durante estos días Ecuador es uno de los países con mayor tasa de mortandad de toda América Latina.

Arrufat cree que desde el gobierno de Ecuador no se está compartiendo toda la información de la que se dispone sobre esta pandemia a sus ciudadanos. Preocupa especialmente en el país la falta de información por el número real de contagiados y fallecidos que difiere mucho de la realidad. Sin embargo, por lo que lee a través de internet tiene una percepción parecida de lo que se está viviendo en España. "Creo que es un problema de tal magnitud que no conocemos algunos detalles importantes, pero es solo una sensación personal", matiza el alcalde. En cuanto al trato que está recibiendo allí solo tiene palabras de agradecimiento. "Aquí la gente es muy agradable y aunque debo volver lo antes posible a Torre de Arcas, lo cierto es que aquí nos tratan muy bien", concluyó el alcalde.

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