La vida en el parque faunístico La Maleza, en Tramacastilla, se abre paso ajena al confinamiento por el Covid-19 decretado el pasado 15 de marzo. Las instalaciones, que albergan en régimen de semilibertad a 40 animales de especies autóctonas de la Sierra de Albarracín, tuvieron que cerrar sus puertas apenas dos semanas después de su inauguración, pero en su interior todo sigue su curso.

En los últimos días ha nacido una muflona –de la familia de los bóvidos–, hay dos cabras monteses que están a punto de parir y los tres lobos, con problemas de adaptación tras haber sido traídos desde la Sierra de Madrid, han ganado confianza y salen de sus madrigueras con frecuencia aprovechando que no hay visitantes.

Así lo explica uno de los dos biólogos responsables de la gestión del parque, Ricardo Almazán, quien añade que la falta de público ha hecho también que una pareja de alimoches o buitres se haya convertido en asidua de esta reserva de animales autóctonos de la Sierra de Albarracín.

La otra cara de la moneda son las graves pérdidas económicas que tiene que afrontar este centro de conservación de animales a los pocos días de haber abierto sus puertas como proyecto locomotora de la zona de Albarracín. Poner en marcha el parque costó 1,5 millones de euros con cargo al Fite, a la Comunidad de Albarracín y a subvenciones de distintas administraciones, como la Diputación Provincial de Teruel o la Unión Europea.

Ante esta situación, el presidente de la Comunidad de Albarracín, Benito Lacasa, planteará en la próxima asamblea general que celebre la institución eximir del pago del canon anual por arrendamiento de terrenos, que asciende a 3.800 euros, a la empresa gestora de La Maleza. Además, se estudiará la posibilidad de ampliar el contrato de explotación, ahora fijado en 13 años.

"Hay que echarles una mano económicamente. Acababan de empezar y el confinamiento ha sido un mazazo tremendo. Este va a ser un año muy complicado", dice Lacasa, quien confía en que "ningún alcalde" se oponga a las medidas de ayuda planteadas.

El presidente de la Comunidad de Albarracín destaca que la empresa gestora de La Maleza se está haciendo cargo del coste de la alimentación y de los cuidados veterinarios de los 40 animales "sin ningún tipo de ingreso económico a cambio". Lacasa lamenta las difíciles circunstancias a que se enfrenta el parque, cuya puesta en funcionamiento arrastró una demora de 20 años.

Ricardo Almazán subraya que el parque tiene como objetivo principal la educación de la población en el respeto a los animales y a la naturaleza en general y recuerda que La Maleza cosechó un gran éxito de público en las dos semanas que estuvo abierto, pese a las intensas lluvias y nevadas que cayeron esos días.