Teruel

Francisco Valle: «Este confinamiento no va nada bien a los niños, pero hay que cumplirlo»

Ejerció casi 40 años como pediatra en el Obispo Polanco e investigó en salud infantil. La Academia de Medicina de Zaragoza le premió este año

Teruel
Francisco Valle, pediatra en el Obispo Polanco durante casi 40 años, recibió recientemente un premio de la Academia de Medicina de Zaragoza.
Heraldo

¿Cree que el confinamiento que estamos viviendo por el Covid-19 puede afectar al desarrollo físico, emocional o intelectual de los más pequeños?

Les va a afectar, seguro. Hay que tener en cuenta que la vida normal de un niño no es estar 24 horas en su casa, sino que, habitualmente, van al colegio, juegan, caminan por la calle y acuden a actividades extraescolares, muchas de ellas deportivas. Psicológicamente, este confinamiento no les va nada bien, pero es necesario cumplirlo.

¿Cómo hacer comprender a un niño que no va a poder salir de casa en varias semanas? ¿Hay fórmulas?

Lo interesante es tenerlos todo el tiempo entretenidos. Hay que hacerse un guión de lo que puedes hacer a lo largo del día con ellos. Aparte de juegos, que pinten, lean y hagan los deberes que les han puesto desde los centros educativos. Quizá resulte más duro este encierro para un chaval de 10 años que para un niño de tres. El de 10 años necesita moverse mucho y tiene ya otra forma de pensar y unas aficiones diferentes a las de los más pequeños. Hay que darles lecturas apropiadas y que vean alguna película por la tele, pero ¡ojo!, alguna película, no que estén todo el día sentados delante de la pantalla, porque eso es perjudicial para cualquiera.

¿Debe variar la dieta de los niños en estos días de confinamiento?

Los pequeños deben seguir la alimentación del niño sano normal, pero extremando las precauciones y sin hacer excesos de ningún alimento en particular. Deben tomar sobre todo proteínas y menos hidratos de carbono, menos chocolate, menos pan y menos alimentos preparados. Hay que tener en cuenta que en casa se mueven menos.

¿Cómo paliar la falta de ejercicio físico?

Una buena medida es que caminen por la casa, veinte minutos o media hora, recorriendo el pasillo y entrando en las habitaciones. Con un par de veces al día es suficiente.

La Academia de Medicina de Zaragoza premió este año su larga trayectoria como pediatra –cuarenta años de los que pasó la mayor parte ejerciendo en el hospital Obispo Polanco de Teruel–. ¿Cómo le ha sentado esta distinción?

Me ha hecho mucha ilusión. Es el reconocimiento a toda una vida dedicada a mi trabajo. El acto en el Paraninfo de la antigua Facultad de Medicina de Zaragoza fue muy solemne, espectacular.

Ha desarrollado una fecunda labor investigadora sobre salud infantil. En uno de sus muchos estudios concluía que, a más horas de videojuegos, más obesidad en los niños. ¿El riesgo aumenta en estos días de aislamiento en casa?

Por supuesto, ya que los juegos en ordenador y tablet están ayudando a sobrellevar el confinamiento. Sigo alertando de que hay que tener mucho cuidado con los niños. No deben estar delante de una pantalla la mayor parte del día. Si lo hacen, su desarrollo físico se verá afectado.

Ha habido controversia acerca de la posibilidad de relajar las medidas de confinamiento para los niños. ¿Qué opina?

La verdad, es complicado. Si se permite salir a los niños –acompañados de un progenitor, por supuesto–, podrán moverse más, y eso es bueno. Pero hay un inconveniente y es el mayor riesgo de contagio. Tendrían que salir con mascarilla y seguir al pie de la letra todas las indicaciones que dan las autoridades sanitarias.

Los niños no son el colectivo más afectado por la pandemia.

Que no haya tantos pequeños afectados por el coronavirus no quiere decir que no se contagien, que sí se contagian. Ha habido casos.

¿Recuerda a lo largo de su carrera algún episodio remotamente similar a la pandemia y el confinamiento que estamos viviendo?

No, de ninguna manera. En todos estos años no he visto nada parecido. Únicamente me viene a la memoria que en los años 1969 y 1970, cuando yo estaba formándome en mi especialidad en el hospital Clínico de Zaragoza, se produjo la famosa epidemia de cólera, que tuvo especial incidencia en la cuenca del río Jalón. Nos llegaron muchísimos niños deshidratados y allí pusimos goteros médicos, enfermeros y todo el mundo.

La saturación de los hospitales es mucho mayor con la pandemia del Covid-19.

Sí, claro, no se puede comparar. Esta situación es mucho más comprometida. Aquella vez, hace 50 años, no fue necesario el confinamiento para atajar los contagios, tan solo, extremar las medidas higiénicas. No tenía nada que ver con lo que estamos viviendo ahora.

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