Alcañiz abrirá en 2022 una residencia de 150 plazas con la colaboración pública y privada
El proyecto, con un presupuesto de 9,5 millones de euros, sale adelante con la colaboración del Ayuntamiento, la Fundación Rey Ardid y las monjas dominicas.
Alcañiz contará con una nueva residencia de ancianos en 2022 en los terrenos del antiguo convento de las Dominicas. El geriátrico servirá al fin para paliar la escasez de plazas que sufre la ciudad, con solo dos centros para dar servicio a la capital del Bajo Aragón y los pueblos vecinos. Con un presupuesto total de alrededor de 9,5 millones de euros, la Fundación Rey Ardid comenzará a levantar el proyecto en el primer trimestre del próximo año y prevé que se pueda poner en marcha a lo largo de 2022.
Se cumple así una reivindicación histórica que permitirá a la capital bajoaragonesa contar con 130 plazas iniciales ampliables a 150 en caso de que haya demanda. Estarán gestionadas por la citada fundación, que espera concertar con el Gobierno de Aragón entre 30 y 40. Se prevé crear 75 puestos de trabajo de los que parte de ellos se reservarán a personas con capacidades especiales. Un nuevo servicio que se unirá a la puesta en marcha a lo largo de este año de un centro de día municipal en las estancias sin uso del edificio de viviendas de alquiler para mayores.
La nueva residencia dispondrá de servicios como centro de día, comedor, lavandería y fisioterapeuta, entre otros. Se dividirá por módulos dependiendo de las necesidades de los mayores y estará especializada en la atención a personas con deterioro cognitivo.
El proyecto es fruto de un acuerdo entre el Ayuntamiento, las hermanas Dominicas y Rey Ardid que se rubricó con la firma de un protocolo de intenciones en el Salón de Cuadros del Consistorio. Las Dominicas venderán los terrenos de su antiguo convento, cerrado en 2008, cuando se trasladaron a Zaragoza; y Rey Ardid se encargará de la construcción y la gestión de la residencia.
El suelo tiene un coste de 1.235.000 millones de euros, de los que 900.000 serán sufragados por la Fundación y, el resto, por el Ayuntamiento. La ciudad abonará 151.620 más IVA y bonificará el 80% del IBI anual hasta llegar a los 183.000 euros restantes.
De los casi de 16.500 metros cuadrados de extensión de los terrenos, casi 4.900 se reservan para calles de nueva apertura fijadas en el PGOU, como la prolongación de la ronda de Belchite junto al parque del Guadalope y la ampliación de la anchura de algunas calles ya existentes como la Cantonetes. Precisamente, la residencia se construirá en una zona sin edificar de 6.500 metros cuadrados junto a Cantonetes, por lo que el antiguo convento seguirá en pie y se reserva para futuros usos.
"Alcañiz necesita una residencia y este era uno de nuestros principales proyectos. Vimos que los terrenos de las Dominicas eran los mejores por su emplazamiento y que por su coste económico no podíamos afrontar nosotros la inversión. Soy un gran defensor de lo público pero había que buscar un gestor y Rey Ardid lo hace muy bien. Además habrá plazas conveniadas con DGA para que la gente humilde pueda acceder", apuntó durante la firma del protocolo el alcalde, Ignacio Urquizu, quien agradeció a todos los partidos su apoyo, lealtad y discreción en estos meses de reuniones para lograr un "proyecto de ciudad" que estará "al servicio de todos".
El siguiente paso es cambiar el uso del suelo de religioso a asistencial. Primero deberá aprobarlo el Ayuntamiento y después la Comisión Provincial de Ordenación del Territorio. El compromiso de Rey Ardid, tal y como dijo su presidente, Alfonso Vicente, es comenzar en el primer trimestre de 2021 unas obras que se podrían prolongar hasta un máximo de 18 meses. El presidente adelantó que intentarán concertar con DGA el máximo número de plazas posibles para ofrecer precios públicos y que las restantes podrían tener un coste de entre 1.500 y 1.600 euros. "Ya hace años que pusimos el foco en Alcañiz, nos hemos reunido con varios alcaldes. Tenemos experiencia y queremos construir la mejor residencia con todos los servicios posibles", dijo Vicente.
Las hermanas Dominicas María Agustina Valenzuela y Josefina Almárcegui mostraron su satisfacción porque sus terrenos se queden en "beneficio del pueblo". La congregación estuvo en la capital bajoaragonesa durante 415 años, hasta 2008, cuando las 18 monjas que quedaban se trasladaron a dos conventos en Zaragoza.
