Teruel

Teruel se inspira en el sur de Francia para comercializar la creciente producción de trufa negra

Representantes del sector a nivel mundial se dan cita este viernes en una cena de gala en Mora de Rubielos

Teruel
Marina, la hija de los jóvenes truficultores Isabel Bertolín y Manuel Brun, encuentra una trufa en Sarrión con ayuda de sus perros.
Heraldo

La producción de trufa negra en la provincia de Teruel crece a un ritmo "espectacular" y los recolectores quieren abordar la asignatura pendiente en el sector, la promoción y comercialización del preciado hongo. Así lo ha afirmado este miércoles el presidente de la Asociación de Truficultores de Teruel –con más de 400 socios–, Julio Perales, quien destacó que este cultivo "mueve mucho dinero y da empleo a la población", por lo que debe ser tenido en cuenta por las Administraciones en aras a conseguir el valor añadido de este producto.

La cosecha de este año en Teruel ha superado las cien toneladas, lo que supone un aumento de un 25% respecto a la temporada anterior. Si bien el tiempo ha sido propicio, también influye la creciente incorporación de nuevos productores. Como explica uno de los truficultores con más experiencia en la provincia, Daniel Bertolín, hace 18 años había en Teruel 300 hectáreas en producción y ahora hay 8.000, una cifra que seguirá aumentando a medida que las otras 7.000 hectáreas ya plantadas de encinas micorrizadas empiecen a dar sus frutos.

Manuel Brun e Isabel Bertolín son dos de los muchos jóvenes que han decidido reforzar su economía produciendo trufa negra. Con 14 hectáreas en Sarrión dedicadas al cultivo de este hongo, destacan que la inversión necesaria para poner en marcha la plantación que dará dar lugar a la trufa es "importante". "Hay que comprar las tierras, acondicionarlas, comprar los plantones, vallar el campo para que no entren animales y asumir el coste del regadío", explica Isabel. "Tras todo eso -continúa-, hay que esperar de ocho a diez años a que aparezcan las trufas". La pareja, que ya enseña a su hija Marina la técnica del oficio, se muestra "muy ilusionada" con la iniciativa. Los dos tienen otros trabajos, pero confían en que algún día puedan vivir exclusivamente de la recolección de trufa.

Para lograr la promoción de la trufa, todavía poco utilizada en la gastronomía española, los productores turolenses se han fijado en el sur de Francia, concretamente en la localidad de Uzés, donde cada año se celebra una gran feria sobre este producto. En línea con la localidad gala, este viernes tendrá lugar en el hotel La Trufa Negra de Mora de Rubielos –en el epicentro del cultivo trufero en la provincia– una cena de gala a la que asistirán representantes del sector a nivel mundial, como el presidente del Grupo Europeo Trufa y Truficultura, Michel Tournayre. Al ágape acudirán también la práctica totalidad de los grandes comerciantes de trufa en España así como truficultores tradicionales. En apenas 10 días se han llenado las 125 plazas para esta cena a un precio de 120 euros el cubierto.

Francisco Ranchal, gerente de La Trufa Negra, explicó que la trufa será la protagonista del menú, maridado con champán francés. Miguel Pérez, propietario del hotel, apostó por un "cambio" para conseguir dar a conocer el famoso hongo.

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