secuelas del temporal

La reparación de la travesía de Alcañiz cortada por Gloria costará un millón

El Ministerio de Transportes iniciará las obras la próxima semana y actuará también en Calaceite.

La travesía de la N-232 en Alcañiz, conocida como Cuesta del Corcho, se desmoronó con el temporal Gloria.
La travesía de la N-232 en Alcañiz, conocida como Cuesta del Corcho, se desmoronó con el temporal Gloria.
Antonio Garcia/Bykofoto

El Ministerio de Transportes invertirá un millón de euros en reparar el tramo de la Cuesta del Corcho de Alcañiz que se derrumbó el pasado 21 de enero al paso del temporal Gloria y que sigue cortado desde entonces. El secretario de Estado de Transportes firmó el pasado jueves la ejecución de la reparación por el procedimiento de "urgencia" con el objetivo de que los trabajos de reconstrucción empiecen la próxima semana.

El derrumbamiento, que obligó a desalojar temporalmente varias viviendas cercanas, afecta a la travesía de la N-232, una vía muy transitada. El Ministerio de Transportes selecciona esta semana la empresa encargada de los trabajos sin pasar por un proceso de licitación convencional al tratarse de una reparación urgente.

El Gobierno destina a las obras 1.132.727 euros, una cifra que incluye también otras reparaciones menores en Calaceite –donde se reconstruirá un muro que se derrumbó en el kilómetro 775,5 de la N-420– y también la instalación eléctrica del túnel de San Just, en la N-420 a su paso por Valdeconejos, un barrio de Escucha. Ambas actuaciones responden también a secuelas de Gloria.

La reparación de la Cuesta del Corcho comenzará con la excavación de la zona desplomada hasta encontrar una base estable sobre la que reconstruir el muro de contención, que será de escollera. A continuación, se repondrá la calzada, se consolidarán los tramos de muro contiguos al que se derrumbó, se mejorará el drenaje, se reinstalará la tubería de agua de boca arrastrada por el desplome y se vallará el talud repuesto para impedir el acceso peatonal.

El alcalde de Alcañiz, Ignacio Urquizu, señala que la solución adoptada es la "más respetuosa" para no afectar a los paseos del río Guadalope. Las otras opciones que se barajaron los técnicos incluían un muro más amplio que suponía ganar más metros al río. Además, se aprovechará los trabajos para renovar todos los servicios y situarlos más cerca del centro de la calzada. "Cuando se cayó esta parte de la vía, quedaron al descubierto unas tuberías de fibrocemento de los años sesenta. Se cambiarán todos los servicios y se dejará un hueco para colocar más redes en el futuro, como es el caso de la fibra óptica", apunta Urquizu.

Mientras duren las obras de reconstrucción –está previsto que se prolonguen durante dos meses–, el tráfico de la travesía de la N-232 se mantendrá desviado por viales interiores de la ciudad, como ocurre actualmente, según informa la Delegación del Gobierno.

El Ministerio de Transportes recuerda que la ladera que, al desmoronarse, arrastró la travesía es un talud "inestable" del cerro de Pui Pinos que en abril de 2017 registró un gran deslizamiento de tierras que arrasó varias casas y obligó a desalojar a 33 vecinos. Aquel incidente también obligó a cortar la Cuesta del Corcho, donde ya se invirtieron 115.373 euros para la reapertura.

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