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La queja viral de una madre de una escuela rural de Teruel que pide usar el pabellón municipal para Educación Física

Una mamá de la 'España Vaciada' denuncia en una carta la negativa del Ayuntamiento de Lledó (Teruel) a ceder el pabellón municipal para este uso educativo. Por su parte, desde el consistorio alegan que el edificio no reúne las condiciones de seguridad para tal fin, y añaden que correspondería a Educación autorizar su uso.

La ampliación del colegio de Lledó, en primer término, al arrancar el curso.
El colegio de Lledó, en primer término, con el pabellón al fondo.
Heraldo

En los días de frío o lluvia, a los 36 niños de la escuela rural de Lledó (un pequeño pueblo de la Comarca del Matarraña, en la provincia de Teruel) no les queda otra este curso que practicar la asignatura de Educación Física en el aula -de apenas 20 metros cuadrados-. El Ayuntamiento de la localidad les niega el uso del pabellón municipal para este fin educativo, lo que ha despertado la indignación de muchos docentes en redes sociales a partir de la carta viral de una madre que se queja de la situación. 

Carlota Torrents, vecina de Cretas y madre dos niños que asisten al colegio de Lledó, ha recogido en una carta enviada a los políticos y a los medios su malestar por el "menosprecio" que, a su juicio, sufre esta asignatura con la negativa por parte del consistorio de la localidad a cederles este espacio a los alumnos. "No se puede hacer educación física en un aula tan pequeña. Esta semana, por el temporal de frío y lluvias, no han podido dar clase y los niños estaban indignados. Mi hijo y otro compañero querían preparar una manifestación. Fue gracioso... pero con siete años, hay que entender que lo que quieren es correr, moverse, jugar", afirma esta mamá, que es también licenciada en Educación Física. 

Con su escrito, que suma ya cientos de reacciones en Twitter, se han volcado -además de otros padres- muchos maestros y colegiados que imparten esta asignatura en otros centros. "He recibido mucho apoyo por parte del colectivo. Nadie entiende que un espacio que se cede para otros usos -como verbenas y otros fines recreativos- se niegue para este. Supone un desprecio a esta asignatura, porque estoy convencida de que si no pudieran dar Lengua o Matemáticas, no estaríamos así, pero al ser Educación Física no se le da importancia...", lamenta esta mamá colegiada. 

Según señala, la situación se remonta a principios de curso, cuando el Ayuntamiento de Lledó decidió que no iba a ceder el pabellón para este uso, "como se había hecho siempre hasta ahora, en horario escolar", explica en una nota. 

Esta semana, la llegada de un frente frío que ha traído lluvias y temperaturas invernales a gran parte de Aragón, ha obligado a los niños de esta escuela rural a permanecer en el aula por no poder usar el pabellón en el ejercicio de sus dos horas de educación física semanal. "¿Qué competencias motrices pueden desarrollar 15 alumnas y alumnos en una aula de 20 metros cuadrados? ¿Conoce la administración que España tiene uno de los índices más altos de Europa de obesidad infantil y que el ejercicio físico es imprescindible para mejorar esta situación? ¿Es más importante utilizar el pabellón para las fiestas patronales y las verbenas que para la educación? ¿Cuál es el verdadero motivo de que el Ayuntamiento de Lledó se dedique a crear obstáculos para dificultar la labor docente?", se pregunta esta madre, que defiende el uso de este espacio para fines educativos (y no solo para el ocio). 

"La seguridad de nuestros hijos y nietos prevalece por encima de todo"

Ante la polémica generada por este asunto, la alcaldesa de Lledó, María Teresa Crivillé, ha explicado en una carta enviada a este medio que la denuncia hecha en redes sociales no se corresponde en absoluto con la postura del Ampa del colegio, con la que mantuvieron una reunión el pasado viernes para abordar este asunto, y ha tildado de "frívola" y "desafortunada" la queja en cuestión. "Solo es la opinión particular de una madre, cuya denuncia a los medios falta al respecto a nuestros niños, al pueblo y al Ayuntamiento de Lledó, que trabaja para el bienestar y seguridad de todos", defiende en un escrito, en el que destaca que el Ayuntamiento de la localidad costea con sus impuestos la totalidad de los gastos de mantenimiento de un colegio en el cual "dos terceras partes de las familias están empadronadas en otras localidades, como es el caso de la denunciante".

Del mismo modo, la alcaldesa de Lledó ha rechazado que se les niegue el uso de este espacio a los niños "porque ensucian" -como a su juicio "ha frivolizado" la denunciante-, sino que la negativa del Ayuntamiento a firmar el contrato de cesión de este "edificio multiusos" responde a una cuestión de seguridad. "Siempre se ha permitido hacer gimnasia a los niños de este pueblo cuando las condiciones climatológicas han sido adversas; cuando el tiempo lo permite, la Educación Física la practican o bien en la pista anexa o en la pista polideportiva descubierta. Pero en este edificio en cuestión hay un escenario con una altura considerable, una barra de bar a la que los niños se suben a la mínima, enchufes, congeladores, botelleros, cuadros eléctricos con potencia... Conscientes del peligro que esto puede suponer -y más cuando hay tal cantidad de niños (36)- el Ayuntamiento pidió una reunión con Educación para exponerles el tema y que ellos actuaran para salvaguardar la seguridad de los alumnos, entre los cuales yo tengo dos nietos; y el teniente de alcalde, un niño", explica Crivillé, quien reitera que para el consistorio "la seguridad de nuestros hijos y nietos prevalece por encima de todo". 

A su juicio, es el Servicio Provincial de Educación quien debe autorizar el uso del salón municipal para tal fin y hacerse responsable de la seguridad del mismo. O, en su defecto, habilitar otro espacio alternativo ante el "incremento exponencial" de niños que tiene esta escuela. "Siempre hay que dialogar, ver los problemas, buscar soluciones y actuar, y esta es una labor que deberemos llevar a cabo todas las partes implicadas. Pero si Educación tiene a bien que en Lledó se matriculen treinta y seis niños, cosa que me alegra, ¿no seria un tema a debatir el de los costes extra? Y, además, si los niños necesitan un espacio para hacer Educación Física, ¿no será responsabilidad de Educación facilitarles un lugar adecuado y seguro? Esperamos resolver todos estos temas en la próxima reunión que nos ha prometido el director general de Educación de Teruel, incluyendo, entre estos, el nivel académico de nuestros niños", concluye en una carta enviada a este diario.

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