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La mayor fábrica de pellets de España arrancará en Andorra en 2021 y funcionará 24 horas al día

El primer proyecto alternativo a la térmica generará 60 empleos directos y 350 indirectos.

Nave y terrenos adquiridos por la empresa en el polígono PEAN, junto a la central.
Nave y terrenos adquiridos por la empresa en el polígono PEAN, junto a la central.
B. Severino/La comarca

Del negro del carbón al verde de las renovables. Andorra quiere pasar en los próximos años de vivir de la central térmica y las minas a proyectos de energías limpias que asienten población y no conviertan el fin de la minería en una sangría demográfica. La Villa Minera será la beneficiada de una de las plantas solares que Forestalia desarrollará en la provincia en los próximos cuatro años y también saldrán a subasta los 1.000 megavatios que libere la central para los proyectos de energías limpias que creen más empleo, sin dar prioridad a Endesa. Al mismo tiempo, Forestalia también trabaja en otro proyecto más cercano en el tiempo. A mediados de 2021 abrirá la planta de pellets más grande de España, que creará 60 empleos directos en la fábrica y 350 en explotaciones forestales, acopio y transporte.

El proyecto fotovoltaico de Forestalia en Andorra está en el horizonte de los próximos cuatro años pero dos años antes arrancará la planta de pellets, con una capacidad de producción de 200.000 toneladas anuales. Se trabajará en tres turnos de mañana, tarde y noche durante todo el año (unas 8.000 horas al año, las 24 horas del día). Son procesos altamente automatizados, que incluyen tecnología de la industria 4.0, para que las propias máquinas realicen la recogida de datos, que permiten mejorar el proceso.

Está previsto que la fábrica se pueda poner en marcha a mediados de 2021. Los procesos de autorizaciones del Ayuntamiento y el Gobierno de Aragón durarán en principio hasta mediados del próximo año y se podrán iniciar las obras en la segunda mitad. Se ubicará en el polígono PEAN, situado al lado de la central. La empresa ya ha adquirido una parcela de 175.000 metros cuadrados y una nave de 45.000 con anteriores usos junto a la cementera.

Se trata de una planta de fabricación de pellet, que después se transportarán con camiones o por tren, en caso de que culmine el proyecto del Ayuntamiento de Andorra de que la línea férrea de Endesa hasta el puerto de Tarragona pase a ser pública.

Para la llegada de nuevas empresas es «fundamental» dar un nuevo uso al ferrocarril, según el alcalde, Antonio Amador. Forestalia dispondría con ella de una vía directa al mar y Andorra será un municipio «atractivo para asentar proyectos industriales». «Abarata costes con una salida a un puerto importante como el de Tarragona, conectado a su vez por tren hacia Barcelona y Valencia. Nos puede identificar como una zona muy atractiva y con alta rentabilidad para las inversiones», apunta.

El proyecto de Foretalia y los que puedan venir se beneficiarán del compromiso del Gobierno central para que el agua que emplea la central para refrigeración –18 hectómetros cúbicos anuales– se quede en Andorra y sea aprovechada de forma sostenible en nuevas actividades económicas. En la práctica, supone que se puede utilizar el agua del Guadalope para abastecer los polígonos andorranos hasta que concluya la segunda fase de la elevación de aguas del Ebro.

La planta de pellets, la mayor de España, tendrá una doble línea de producción: pellets de madera y de paja. La capacidad de producción prevista rondará las 140.000 toneladas al año de pellet de madera más unas 70.000 de paja, datos siempre susceptibles de ajustes según las necesidades de producción, almacenaje y venta. Se estima que las máquinas producirán unas 20 toneladas a la hora de pellet de madera más de 10 de pellets de paja.

El proceso de producción de pellets una vez que la madera llega a la planta se inicia con el descortezado y el astillado, para reducir la granulometría, es decir, el volumen del producto. A continuación, se tritura en verde, con el producto todavía húmedo, y se realiza una molienda. De allí pasa al proceso de secado de la madera, al refinado y al peletizado. Tras ello, se procede al enfriado y almacenado a granel o en sacos.

En la línea de pellets de paja, el sistema tiene algunas diferencias. Hay un sistema de descarga automática de los camiones para alimentar la línea de triturado. Tras triturarse con una máquina picadora, el producto se refina en un molino y se puede peletizar. En ambos casos el uso es para la producción de calor en calderas, tanto industriales como domésticas.

Se aprovechará en Andorra la experiencias de las actuales plantas de Forestalia: Arapellet, de Erla (Zaragoza), que produce unas 140.000 toneladas anuales (sumando las forestales y la de paja) y Ripellet, de Huerta de Rey (Burgos), con una producción de unas 100.000 toneladas anuales. La de Erla es actualmente la de mayor capacidad de España, pero se verá superada por la de Andorra.

Andorra tiene 7.700 habitantes, un censo que peligra con el cierre de la térmica en junio de 2020. Con este horizonte, la actividad de la central va cesando y la sangría de despidos y recolocaciones es un hecho, incluso a zonas muy lejanas, como Melilla y Galicia. Las subcontratas están siendo las más perjudicadas con 400 familias con su futuro en vilo.

El cierre reducirá también los ingresos del Ayuntamiento en tributos. Endesa aporta anualmente 2,6 millones de euros para un presupuesto de 7,8. Una financiación que ayuda a pagar los salarios de los 147 trabajadores municipales. «En 2022 no contaremos con la aportación de Endesa por lo que no podemos perder ni un minuto en algo que está demostrado, el cierre. No podemos quedar lamentándonos. Hay que trabajar en la reindustrialización y diversificación del pueblo», dice Amador.

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