La Fundación Santa María de Albarracín, premiada con la Medalla Richard H. Driehaus a la Preservación del Patrimonio

Los galardonados, el arquitecto Antonio Almagro y Antonio Jiménez, director y gerente de la Fundación Santa María de Albarracín, han conseguido impulsar al pueblo "como un referente turístico de Aragón y devolverle la vida a sus calles", señala la fundación Richard H. Driehaus

Albarracín, décima localidad más votada.
Albarracín, décima localidad más votada.
Heraldo.es

La localidad turolense de Albarracín es Monumento Nacional desde 1961 y también un pueblo "vaciado" que no está en ruinas gracias al empeño del arquitecto Antonio Almagro, un esfuerzo que este miércoles le ha hecho merecedor de la primera edición de la Medalla Richard H. Driehaus a la Preservación del Patrimonio.

Almagro comparte el premio con Antonio Jiménez, director y gerente de la Fundación Santa María de Albarracín, según el fallo del jurado del premio que concede la fundación Richard H. Driehaus Charitable Lead Trust e Intbaum, que preside el filántropo norteamericano del mismo nombre.

Los galardonados han conseguido impulsar al pueblo "como un referente turístico de Aragón y devolverle la vida a sus calles", señala la fundación.

El arquitecto ha hecho "durante años" un trabajo continuado de consolidación de los edificios en ruinas evitando que la ciudad cayera en "el olvido" por la despoblación y ha logrado "regenerar el tejido urbano existente".

La fundación que dirige Jiménez ha abordado la restauración de los bienes muebles e inmuebles de la localidad, la programación continuada de actividades culturales y la gestión de todo el patrimonio rehabilitado, incluyendo su mantenimiento, recuerda la organización del galardón.

"El éxito del trabajo de ambos galardonados da como resultado que Albarracín sea hoy un reclamo turístico y a su vez han contribuido a devolver el esplendor a una ciudad que parecía destinada a quedar olvidada y despoblada", añade el jurado.

La fundación de Richard Driehaus ha concedido también a los arquitectos portugueses Alberto Castro Nunes y Antonio María Braga el octavo Premio Internacional Rafael Manzano de Nueva Arquitectura Tradicional, que, con 50 000 euros, es el de mayor dotación económica de España.

El jurado ha reconocido en ambos "su fuerte compromiso con el mantenimiento de las tradiciones arquitectónicas portuguesas, el uso de materiales naturales y el empleo de oficios tradicionales en sus construcciones".

Sus obras, añaden, se caracterizan por su "durabilidad, sostenibilidad y belleza" y cada trabajo "respeta el carácter propio del lugar, recuperando su equilibrio con la naturaleza, con la cultura local".

Entre sus obras destacan, entre otras, el Museo Arqueológico de Odrinhas, Sintra, o la sede de la Cinemateca Portuguesa en Lisboa.

Los premios se entregarán en la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando en Madrid el próximo 17 de octubre. 

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