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Crivillén: desde, por, para y según Pablo Serrano

El escultor, fallecido en 1985 poco después de retornar de visita al pueblo que le vio nacer, es una presencia constante en el espíritu de esta localidad que le erigió hace once años un Centro de Arte.

A los pies del llamado Balcón de Pilates y junto al río Escuriza, el casco urbano de Crivillén emerge para deleite de quien lo observa mientras accede a su entrada desde la carretera. Un pueblo lleno de bodegas –varias de ellas se comunican entre sí– que se asienta, por tanto, en el monte horadado, frente al barranco de la Herrera. A la entrada, el Centro de Arte Contemporáneo Pablo Serrano homenajea al hijo predilecto de Crivillén, su ciudadano más universal: el escultor Pablo Serrano. Enfrente, desde su casa, Felipe Aznar Blasco canta boleros y jotas a pleno pulmón: tocó la batería en su juventud y tiene multitud de letras registradas en la Sociedad General de Autores, amén de un himno a su pueblo llamado ‘Homenaje a Crivillén’. María José Lecina, alcaldesa desde 2007, sonríe al escucharlo; ya es una seña de identidad del pueblo.

María José había sido concejal cuatro años antes de asumir la alcaldía. Pocos meses después se abrió el gran Centro de Arte Contemporáneo en la parte alta del caserío urbano, edificio que ocupa un antiguo espacio de corrales. María José es de Crivillén, pero vivió y trabajó en Barcelona. “Cuando vine aquí y me casé, decidí que iba a intentar hacer cosas por el pueblo. Me presenté en otras ocasiones y no me votaron, pero en 2003 sí salí como concejal y en las siguientes elecciones, alcaldesa. El primer reto fue el Centro de Arte Contemporáneo dedicado a Pablo Serrano, que inauguramos en febrero de 2008, el año del centenario de su nacimiento; Beatriz Lucea, de Zaragoza, hizo el proyecto y el desarrollo, un gran trabajo coronado con la inauguración. No es un museo, sino un espacio que alberga información panelada de nuestro gran escultor y exposiciones anuales”. En la entrada hay una vitrina con recuerdos de Pablo Serrano cedidos por Apudepa, como un pequeño cachirulo en bronce o una carta manuscrita al recordado Emilio Gastón.

Pablo Serrano estuvo pendiente de su pueblo natal en la distancia. María José recuerda que intervino para que arreglaran la torre de la iglesia y trajeran las aguas a Crivillén en los primeros 70. La visita de Serrano a su pueblo apenas unos meses antes de morir (su casa natal está junto a la iglesia parroquial) fue otro hito, allá por 1985; todo el mundo recuerda la cara de satisfacción del artista al recorrer las calles de Crivillén, y las emotivas palabras que pronunció. Le habían dado el premio Príncipe de Asturias tres años antes. Las referencias a su persona están por todas partes, incluso en el nombre de la asociación cultural más activa, que siempre ha tenido mayoría de mujeres. “Parece que predominamos en esto, sí”, apunta la alcaldesa con un guiño cómplice. Hay una cuenta de Twitter, Gente de Crivillén, que informa de la temperatura del pueblo con gran disciplina y da noticias breves de actualidad. Las fiestas de verano son para San Ramón y San Gil –el patrón– los días 31 de agosto y 1 de septiembre. “También hay festejos por San Martín el 11 de noviembre. El día de San Jorge tenemos comida y actividad cultural: este año habrá recital de poesía local”, cuenta María José. En la plaza del antiguo horno luce ahora un coqueto parque infantil. En la zona baja del pueblo está la ermita de San Gil, su patrón.

La economía

Crivillén mantiene algunos negocios abiertos, como la empresa de pinturas Ginés Pastor, que también tiene asiento en Zaragoza. Hay dos cuadrillas de construcción, Torrecruz y Hermanos Valero, que trabajan mucho en la comarca, amén de dos ganaderos ovinos y una granja de cerdos en las afueras del pueblo. En cuanto a las canteras de arcillas, dos de ellas llevan años establecidas en el término, Sabater y Portomé; ahora se ha sumado una tercera, subcontrata de Samca.

En el edificio multiusos en el que también está la consulta médica y la antigua tienda se halla un bar amplio, que luce en la barra un curioso muñeco de ‘nieve’ confeccionado con vasos de plástico blanco. “Los vecinos –explica María José– tienen acceso para venir a tomar algo, charlar y jugar una partida de cartas al mediodía o un rato por la noche. Hay despacho de pan en la antigua tienda por las mañanas; lo recoge y reparte la alguacil. En el bar nos manejamos con máquinas para las bebidas, no lo lleva nadie y no hay planes de buscar a quien lo haga, porque no podemos ofrecer un trabajo complementario. De momento, así nos apañaremos”.

Una gran exposición desde el 8 de junio

En Crivillén no ha cundido el ejemplo de Pablo Serrano a la hora de generar nuevos talentos escultóricos, pero sí hay gusto por el arte y, afortunadamente, varios valores en la zona que reconocen la maestría del crivillenense en sus propios esfuerzos creativos. El próximo 8 de junio habrá ocasión de comprobar esa sinergía entre Serrano y varios de estos artistas turolenses; se inaugurará en el Centro una exposición colectiva que estará abierta todo el verano. Habrá obra de varios artistas de la zona (que llegan desde más de una comarca), en la cual se atesora los talentos de Mariángeles Cañada en Oliete, Joaquín Macipe de Ariño o Florencio de Pedro, el impulsor del parque escultórico de Hinojosa de Jarque, amén del andorrano Fernando Navarro, Arturo Gómez o Luis Loras, asentado en Teruel; el trabajo de los artistas locales compartirá espacio con 13 serigrafías del mismísimo Pablo Serrano, que su hijo Pablo (residente en Uruguay, y apoyo entusiasta del Centro desde hace muchos años) ha cedido para la ocasión. La totalidad de los artistas que expondrán obras este verano en las galerías del Centro, dispuestas en varios niveles de un modo muy original, han pasado por la bienal (van cuatro ediciones) que se celebra en el pueblo desde hace una década, o bien han expuesto allí en otros momentos. Siempre se cuenta con el apoyo entusiasta de la responsable técnica de Cultura y Turismo de la Comarca de Andorra-Sierra de Arcos, Mª Ángeles Tomás. 

En datos

Comarca: Andorra-Sierra de Arcos

Población: 68

Distancia a Teruel: 101 km

Los imprescindibles

La Criva

Esta hermosa casa del siglo XVIII, restaurada para funcionar como casa rural, dispone de 3 habitaciones dobles;_destaca su bodega, amplia y excavada en la roca. Está junto al Ayuntamiento, en la plaza del antiguo horno.

San Martín de Tours

De la parroquia local destaca la magnífica torre barroca con motivos mudéjares en la decoración. La edificación tiene cuatro cuerpos octogonales de ladrillo y fue declarada Monumento Histórico-Artístico en 1982.

Los Mases

A unos 6 kilómetros del casco urbano de Crivillén se encuentra el barrio de los Mases, un pequeño núcleo de población que conserva la arquitectura popular de la zona. Destaca la ermita de San Juan, del siglo XVIII.

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