Pancrudo y el Gaire: el amor por las artes escénicas llevado al extremo

José Ramón Herrera es empleado de un parque eólico. También ejerce como teniente de alcalde de Pancrudo y es coordinador e ideólogo del Festival Gaire, verdadero sello de identidad del municipio desde hace 11 años. "La inspiración empezó muy cerca, en El Pobo, al ver lo que hicieron allá con el Poborina Folk. Disfrutamos mucho y las ganas de aprender nos hicieron visitar la Feria de Tárrega; al ver lo que se hacía allá pensamos que podría encajar algo de artes escénicas en Pancrudo. Por entonces yo era concejal de cultura: lo propuse en pleno municipal, salió adelante y junto a la Asociación Cultural El Calabozo y la comisión de fiestas, nos pusimos todos manos a la obra. El primer impulso fue recuperar la representación teatral de la obra popular ‘El herrero de Pancrudo’; Flor Lahoz, responsable del grupo de teatro local, se reunió con el grupo de intérpretes que ya habían trabajado este libreto muchos años antes, y acabó siendo la primera actuación del Gaire. La historia cuenta cómo el herrero Mariano, aficionado a la bota y al tute, cayó en la tentación de vender su alma al diablo, pero acabó burlando a Lucifer y salvando su alma".

Los organizadores del Gaire pidieron ayuda a la gente de Che y Moche y al polifacético Pepín Banzo. "Se volcaron en los consejos –recuerda José Ramón– e incluso ajustaron sus cachés para actuar aquí… también la gente del Circo Badín en Foz-Calanda, estamos muy agradecidos. Desde el principio teníamos claro que Gaire sería un festival para todas las edades, así que decidimos repartirlo por las plazas del pueblo desde la mañana. El primer año, 2008, fue un solo día; desde el segundo ya serían dos, y cada vez con más actuaciones; arrancamos el viernes por la noche, el sábado es todo el día y acabamos el domingo al mediodía. Tenemos suerte con los voluntarios, porque cubren todos los aspectos necesarios; hay gente que sabe de producción, logística, restauración, comunicación en redes… hacerlo en septiembre era un riesgo, pero teníamos claro que meterlo en los meses de mucha afluencia natural al pueblo no era la mejor idea, y más tarde era arriesgado por el clima".

Premiar a los que se quedan

José Ramón recalca que la voluntad de dotar a Pancrudo y a toda la zona de actuaciones de gran nivel era una obsesión que pretendía ante todo premiar a los que echan la pelea de la vida en el entorno rural, aunque no todo el mundo estuviera de acuerdo. "Al principio venía mucho público de las capitales, desde Zaragoza, Teruel o Valencia, pero ahora llegan de todos los pueblos de alrededor; incluso los que vienen solo en verano y se suelen ir a finales de agosto regresan para el festival".

Por el Gaire ha pasado mucha gente. José Ramón y el alcalde Julián Sancho citan algunos de los más señalados. "Recordamos con mucho cariño el ‘Cabaré de caricia y puntapié’ de El Gato Negro, con Carmen Barrantes y Jorge Usón, que se llevó el premio Max en 2010; ese año estaban contratados aquí. Pepín causó sensación, y también hemos tenido al ‘clown’ belga Barto, Bart Van Dyck".

Julián Sancho, veterinario, cumplen su segunda legislatura en la alcaldía. "Quiero recalcar la colaboración de las asociaciones mentadas y el ayuntamiento en la consolidación de aquella idea que nos ha ubicado en el mapa nacional de las artes escénicas; da que pensar, porque a veces nos rompemos la cabeza en los ayuntamientos buscando otro tipo de soluciones para que nuestros pueblos no se mueran, y al final la clave está en ideas así; es un fin de semana, pero la autoestima y la felicidad de los vecinos dura el año entero. Fíjate que hasta viene gente de Aliaga, Escucha y Monreal a ayudar en el montaje".

Se ha encaminado un programa de residencias artísticas, que espera cristalizar en breve. "Al final de cada Gaire siempre nos venimos arriba; ocurrió cuando conseguimos disponer de la ermita de la Virgen de la Palma, derruida desde la guerra, magníficamente restaurada como espacio escénico y expositivo. Es propiedad municipal; solo quedaban las paredes, se rehabilitó en varias fases. Luego pensamos en otra manera de traer gente, y se nos ocurrió la posibilidad de que diversos artistas y compañías se instalaran en Pancrudo para trabajar proyectos o giras. Hay un espacio destinado a este fin".

Pancrudo y la cultura van, empero, más allá del Gaire. La escuela de adultos es un gran proyecto que dura todo el año escolar, con dos días a la semana de actividad. "Compartimos la profesora –explica Julián– con otros municipios; es un proyecto mixto de la DGA y el ayuntamiento, y la verdad es que algunos mayores no se van en invierno por su implicación con esta iniciativa. También hay taller de títeres y teatro para los niños como extraescolar el curso completo. Hay nueve niños en la escuela: cuando entré había cinco e iba a cerrar, ahora vienen dos nuevos y serán once. Hay futuro".

En datos

Comarca: Comunidad de Teruel.

Población: 110.

Distancia a Teruel: 54 km.

Los imprescindibles

Los bastiones de servicios

El Pilar del Cavila y el Rincón Solariego (foto) son las casas rurales de Pancrudo, con buenas cifras de aceptación. El bar El Molino complementa la oferta hostelera; el pueblo también cuenta con estación de servicio y gasolinera.

César Sebastián

Las pedanías de Pancrudo son Portalrubio, Cuevas de Portalrubio y Cervera del Rincón. De Portalrubio fue César Sebastián, figura clave en el mundo del cine valenciano, tierra que le acogió de niño y en la que desarrolló su carrera.

Las asociaciones

El Calabozo tiene 400 socios y se encarga de garantizar como mínimo una actividad mensual, desde la semana cultural a temas deportivos o solidarios, siempre en sintonía con la comisión de fiestas y el consistorio.