infraestructuras

La N-232 se abre al tráfico en Monroyo el próximo viernes tras 25 años de obras

No habrá inauguración oficial ante la proximidad de las elecciones generales.

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Una de las grandes obras de fábrica de la N-232, el viaducto de Torre de Arcas.
Javier de Luna

El Ministerio de Fomento pondrá en servicio este viernes, 15 de marzo, las obras de acondicionamiento de la N-232 entre el enlace con la carretera a Ráfales y el límite co la provincia de Castellón. La obras de la mejora, con Monroyo com municipio más afectado, se han prologado durante 25 años con numerosos contratiempos y parones. La apertura al tráfico no llegará tras una inauguración oficial, imposible legalmente ante la proximidad de las elecciones generales.

El nuevo trazado, de 14,1 kilómetros, se localiza en las estribaciones del puerto de Torre Miró, y representa una mejora sustancial tanto de seguridad como de la capacidad de la carretera N-232, eje que conecta el valle medio del Ebro con el norte de la Comunidad Valenciana.

El presupuesto invertido en la obra asciende a 65,5 millones de euros, lo que sumado al importe final estimado de las expropiaciones y del control y vigilancia de las obras, arroja una inversión total realizada de 69,9 millones de euros.

Se trata de un tramo de carretera convencional de 14,1 kilòmetros de longitud que atraviesa un relieve complejo y que sustituye un trazado anterior de algo más de 17 kilómetros.

Con el nuevo trazado se suprime la travesía de la localidad de Monroyo, si bien se acondiciona ese eje antiguo, incluyendo una zona de estacionamiento.

Así, se reduce la longitud de recorrido en unos 3 kilómetros, aunque la principal diferencia se da en la calidad de la nueva carretera. Se pasa de una geometría con curvas que en algún caso no llegaban a 25 metros de radio, a otra amplia, con radio mínimo de 500 metros. Además, mientras que la plataforma anterior no llegaba en muchos lugares a 6 metros de anchura, la sección de la nueva carretera tiene dos carriles de 3,50 más arcenes de 1,50 metros y bermas.

La conexión con el viario exterior se concreta en tres enlaces (Torre de Arcas, Monroyo Sur y Monroyo Norte) y dos intersecciones (La Cerollera y Ráfales).

En la obra se han incluido dos túneles, Monroyo y Consolación. El primero, de 495 metros de longitud, se sitúa en la variante de la localidad del mismo nombre, y el segundo, con una longitud de 270 metros, corta un trazado en herradura acortando por sí solo el recorrido en casi medio kilómetro. Los túneles cuentan con iluminación y con las instalaciones de emergencia reglamentarias, con alumbrado para evacuación, comunicaciones con exterior, extintores y señalización de las vías de evacuación.

El túnel más largo del tramo remodelado, el de Monroyo, mide medio kilómetro

Asimismo, se han ejecutado dos estructuras importantes, los viaductos de San Bernardo (144 metros) y Valdeluna (270 metros), además de 16 pasos inferiores, 3 en los enlaces y 13 para reposición de caminos, y 2 pasos superiores, uno para reposición de una vía pecuaria y otro como paso de fauna.

Se ha dispuesto la señalización horizontal y vertical y los sistemas de contención necesarios para cumplir con los criterios de seguridad marcados por la normativa vigente.

En cuanto a recuperación ambiental e integración paisajística, además del paso para fauna indicado, se han realizado plantaciones e hidrosiembras, previa aportación de tierra vegetal, incluyendo zonas de vertedero.

También se ha colocado un cerramiento perimetral para impedir el acceso de animales a la calzada, con el doble objetivo de protección de la fauna y mejora de la seguridad vial.

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