La sierra de Gúdar se planta contra el vertido de lodos de depuradoras de Castellón

Tres ayuntamientos la sierra de Gúdar se han organizado para frenar el vertido de lodos de depuradora procedentes de Castellón, una práctica que genera molestias por malos olores y que amenaza la calidad de los acuíferos. Los consistorios de Olba, Albentosa y San Agustín, limítrofes con la provincia castellonense, han acordado redactar ordenanzas municipales para regular la utilización de los lodos como abono y restringirla al máximo. Olba y Albentosa ya han aprobado sus respectivas normativas, con sanciones que pueden llegar a los 3.000 euros y San Agustín la tramita actualmente.

Los alcaldes de las tres localidades acordaron el pasado verano poner freno a la utilización por algunos agricultores de lodos de depuradoras como fertilizante. Temen que el vertido reiterado de estos productos termine por contaminar las aguas superficiales y subterráneas. Siguen los pasos de la vecina Barracas (Castellón), donde también se ha restringido el uso de los residuos de las plantas depuradoras.

El año pasado, el Gobierno aragonés abrió un expediente por un vertido de lodos procedentes de la depuradora de una instalación industrial de La Vall D’Uixó (Castellón) en campos de San Agustín. Desde la plataforma ‘El Mijares no se toca’ denunciaron el hecho por las molestias que ocasionó a los vecinos y también por el riesgo de contaminación de acuíferos. El Departamento de Desarrollo Rural determinó que el producto no provocó ninguna contaminanción ambiental y que se aplicó de acuerdo a las dosis adecuadas, aunque inició un procedimiento sancionador porque la empresa carecía de autorización de la DGA para verter en Aragón.

Los alcaldes han decidido coordinar sus esfuerzos para frenar la llegada de más lodos. La ordenanza aprobada por Olba prohíbe el vertido de los residuos de depuradoras a menos de 3.000 metros del casco urbano y a menos de 3.000 metros de depósitos, conducciones de agua potable o abrevaderos para el ganado. También veta el vertido a menos de un kilómetro de las vías de comunicación.

La ordenanza también impide verter los lodos los viernes, sábados, domingos y festivos, así como en las fiestas patronales de Olba y sus barrios. Tampoco se pueden usar entre el 15 de junio y el 5 de octubre ni a menos de 800 metros de establecimientos de turismo rural. Para los infractores, prevé multas de hasta 3.000 euros en caso de infracción muy grave.

El alcalde de Olba, Federico Martín, ha afirmado que la regulación municipal pretende "restringir" al máximo el uso del residuo de las depuradoras, sobre todo en las zonas más sensibles por el impacto visual y ambiental. Martín se ha mostrado partidario de extremar el control para "desanimar" a los agricultores del uso de los lodos como fertilizante.

Federico Martín ha defendido la actuación coordinada de Olba, San Agustín y Albentosa porque la infiltración de las sustancias contenidas en los lodos en un municipio puede contaminar acuíferos que abastecen a pueblos vecinos.

El alcalde de San Agustín, Juan Robles, ha explicado que el problema del vertido de lodos se remonta a hace cuatro años. Ante la imposibilidad legal de prohibir esta práctica, ha defendido la necesidad de "limitar" al máximo su proliferación.

La alcaldesa de Albentosa, Yolanda Salvador, ha explicado que siguen los pasos de Barracas, que ya restringió el uso de lodos de depuradora como abono. Ha reconocido que entre los vecinos existe «miedo» de que esta actividad afecte negativamente a las aguas subterráneas. Ha añadido que, antes de la regulación municipal, no había límite para la cantidad vertida y había jornadas en las que se echaban sobre la tierra seis cisternas en un día. Ha señalado que, en su caso, también recibieron quejas de los usuarios de la vía verde de Ojos Negros por los malos olores y por la presencia de mosquitos derivados de los lodos. "Nos decían que no se podía salir al campo por el mal olor y los insectos", ha recordado.