Aragón, pueblo a pueblo

Ababuj: naturaleza y nostalgia en el primero de la lista

La anécdota alfabética del municipio turolense es el mascarón de proa de un paraje de altura, que presume de sus dos esbeltas torres e invita al paseo por un terreno tan diverso como interesante.

En invierno se queda poca gente a dormir en Ababuj. El primer pueblo en el nomenclátor aragonés también abre el listado nacional de municipios si se quitan los que comienzan por ‘A’ en solitario, como ‘A Coruña’. Esa primacía alfabética, evidentemente, no pasa de ser una anécdota que en nada afecta a Juan Pascual, veterano pastor del pueblo, ya retirado; actualmente ejerce de mantenedor de la actualidad local. "Estamos un poco aburridos en invierno; es que quedamos pocos ya, seguro que os lo dicen en otros lados. Mi hermano y yo aquí estamos, toda la vida hemos trabajado mucho, ahora quedan algunos jóvenes como Ezequiel y Victoria con sus hijos, tienen vacas y las llevan desde el barranco del río Seco a los montes cercanos; también está Irene, que cría conejos, y muchos otros que viven en Teruel o incluso por Valencia, pero siguen viniendo aquí a los campos. También hay unos en una masía al otro lado del barranco que hacen agricultura ecológica. ¿Sabes que en el barranco hay cabras montesas? También muchas hierbas de poleo menta, y té.".

Pascual –en el pueblo le llaman así– saluda a Silvia en la Taberna, muy próxima a la iglesia de Santa Ana, y se ofrece para enseñar el pueblo a los visitantes. "El barranco es espectacular, la gente no se imagina que se van a encontrar un paisaje así. Para llegar se pasa por la zona de los pajares, también está el establo donde yo tenía mi hatajo de ovejas; he sido pastor toda la vida, desde los 13 años hasta los 58 fue mi día a día, ahora ya estoy retirado". Pascual se sorprende al encontrar a su gato por las cercanías del barranco: el felino se llama Ramoncín, aunque la cosa no viene porque su dueño sea admirador del ‘rey del pollo frito’. "Me lo dio un chaval de Aguilar, que se llama Ramón, por eso el nombre".

Las fiestas patronales en Ababuj coinciden con las festividades de Santiago y Santa Ana, y normalmente se prolongan por espacio de cuatro días, que incluyen el último fin de semana de julio. No faltan las caminatas a la zona de La Muela, que roza los 1.500 metros; a lo lejos se adivinan las nieves de Valdelinares. Un entorno del que Pascual nunca se quiso alejar. "Un tío mío, que era marista, quiso llevarme a estudiar a Zaragoza, pero yo dije que nanay, que me quedaba aquí con las ovejas, y estoy muy contento de haberme quedado". En el recorrido por el barrio bajo del pueblo, Pascual va recitando de memoria cada casa, dónde están los hijos de cada una... un vecino que aparece de pronto con su vehículo le toma un poco el pelo por su esfuerzo informativo; Pascual sonríe, algo confundido, y continúa u perorata.

El tío marista del Paraguay

El familiar marista al que alude Pascual era el hermano Santiago Sánchez Gascón, hijo del pueblo de Ababuj. Fue misionero en Paraguay; partió del puerto de Barcelona a finales de septiembre de 1968 junto con otros dos hermanos de su congregación, Juan Cruz Arbiol y Félix Aldunate Castillo. Tras paradas en Cádiz, Vigo, Lisboa, Santa Cruz de Tenerife, Recife (Brasil), Montevideo (Uruguay) y la capital argentina, Buenos Aires, llegaron a Asunción (Paraguay) remontando el Paraná el 28 de octubre, más de un mes después de su partida. Santiago ejerció su misión en la zona norte del país guaraní.

Más patrimonio

Ababuj es conocido en la zona como el pueblo de las dos torres, en alusión a la de la iglesia de Santa Ana y a la torre vigía exenta situada a escasos metros, llamada popularmente la Torre Vieja; esta fortificación data del siglo XIV y está construida en piedra de sillar; se encuentra en un buen estado de conservación exterior y su alzado es de 15 metros; tiene aún visible una puerta en alto, de arco apuntado. En la torre de Santa Ana –la iglesia presume de portada plateresca– lucen dos hermosas campanas.

Otro tesoro de Ababuj son las alternativas para la caminata. La pertenencia al Parque Cultural del Chopo Cabecero hace que el término sea escenario de actividades conjuntas con otros municipios integrados en ese colectivo; la zona del Molino y el azud del Alfambra, en la parte noreste de Ababuj, son parte de un circuito que está ganando adeptos progresivamente. Un aliciente en el presente para construir futuro.

En datos

Comarca: Comunidad de Teruel.

Población: 76.

Distancia a Teruel: 42 km.

Los imprescindibles

Barranco del río Seco

Este impresionante cortado se ve perfectamente desde la zona de graneros del pueblo, hasta el mismo borde. Más de 100 metros de profundidad, con el hilo de agua de este afluente del Alfambra (que lo es a su vez del Turia) en el centro.

A Masamagrell

Como ocurre en muchas localidades turolenses, la emigración de Ababuj se ha focalizado en tierras levantinas. Hay un gran número de hijos del pueblo (sobre todo, del barrio bajo: foto) en Masamagrell, a 20 kilómetros de Valencia.

Los Manjanos

Esta romería a la ermita de Santa Ana se celebra el fin de semana más próximo al 26 de abril. La finalidad principal es pedir lluvia; los Manjanos son montones de piedras sobre los cuerpos de hombres muertos en defensa de Ababuj.

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