Los escolapios investigan posibles abusos de un cura en Alcañiz en 1983

Las víctimas habrían sido dos niñas que formaban parte del grupo local de los Boy Scouts, del que el sacerdote, ya fallecido, era entonces organizador.

El comunicado emitido por las Escuelas Pías de Alcañiz
El comunicado emitido por las Escuelas Pías de Alcañiz

Un religioso y profesor de las Escuelas Pías de Alcañiz, Enrique Latorre, cometió presuntos abusos sexuales a dos niñas de la ciudad de unos 10 años en 1983 en el contexto de su labor como organizador del grupo local de los Boy Scouts, un caso por el que este miércoles la orden religiosa emitió un comunicado de repulsa y de "absoluta solidaridad y empatía con las víctimas". El abuso se resolvió en su momento con una petición de perdón por parte del sacerdote, natural de la capital bajoaragonesa, y con su traslado a un santuario de la provincia de Huesca, donde falleció en 1990.

En la nota de prensa, el provincial de las Escuelas Pías, Jesús Elizarri, se distancia de la respuesta dada en su día al asunto. El comunicado manifiesta una "inequívoca autocrítica de los procedimientos que en aquellos años se limitaron a apartar inmediatamente del contacto con menores" al religioso y a ofrecer disculpas a las víctimas y a sus familias.

Los escolapios abren ahora una investigación para averiguar si se han dado otros casos de abusos y han habilitado una dirección de correo electrónico -conocerlaverdad@escolapiosemaus.org- para que quienes dispongan de informaciones "significativas" que "ayuden a desvelar otras situaciones similares" las comuniquen "libremente". Elizarri añade que, "por muy dolorosos que sean" los posibles atropellos cometidos por los religiosos de la orden "es preciso reconocerlos".

El provincial ofrece "todos los medios" al alcance de la orden "para paliar en lo posible" el sufrimiento de las víctimas. Por otro lado, señala que los escolapios "redoblan" la "escucha, atención, apertura y prevención" para "reconocer todas las actitudes y hechos acontecidos en el pasado y que no deberían haber ocurrido nunca". Su objetivo es "que bajo ningún concepto puedan volver a ocurrir" situaciones comparables.

El provincial recalca su "más enérgica repulsa" hacia "actitudes absolutamente reprobables que traicionaron el compromiso" de "protección y acompañamiento integral" de los niños confiados a las Escuelas Pías.

Una fuente cercana a las Escuelas Pías relató que el caso de los abusos de 1983 se destapó cuando los padres de dos niñas comunicaron los hechos a los monitores de los Scouts y estos a su vez los trasladaron al colegio de los escolapios de Alcañiz en el que ejercía Enrique Latorre. Un compañero impuso a Latorre la obligación de pedir perdón a las víctimas y el provincial -responsable de la demarcación- le trasladó a continuación a un santuario alejado.

La misma fuente señaló que no hubo ninguna otra denuncia contra el religioso, que además de impartir clases en el colegio había sido el fundador del grupo Scout de Alcañiz, con una gran participación de niños de entre 10 y 16 años. En aquel momento, el centro educativo era exclusivamente masculino y los abusos se habrían cometido dentro de la asociación Scout, que contaba con varios cientos de miembros entre niños y niñas. Enrique Latorre ejerció su labor docente durante 25 años en la capital bajoaragonesa, hasta su traslado en 1983.

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