La Fundación Santa María de Albarracín se restaura a sí misma

El edificio de la Casa de los Pintores de Albarracín centra las labores principales de la Fundación Santa María en este comienzo de año. Es casi como si la entidad se restaurara a sí misma ya que esta residencia lleva 23 años dando cobijo a los profesionales que acuden a la localidad para participar en los distintos talleres.

Su antigüedad y el uso han hecho que el inmueble se haya ido deteriorando por lo que la Fundación ha decidido invertir esfuerzos en renovarlo. En su día, cuando nació la entidad, en el año 1996, la Casa de los Pintores fue la primera obra de restauración arquitectónica en la que se intervenía.

Hoy, más de dos décadas después, los técnicos de la Fundación vuelven a intervenir sobre este edificio para mejorar sus condiciones. Los trabajos van a afectar, principalmente, al interior de la residencia, tanto a nivel de estructura como de mobiliario.

Así, el plan de acción incluye la sustitución de las bañeras por duchas en los lavabos o la reforma completa de la cocina. Estas mejoras, que supondrán un plus en la comodidad de la estancia, se suman a otras llevadas a cabo hace unos meses, como la renovación de somieres y colchones o la sustitución de la iluminación por tecnología led.

Por otro lado, el proyecto contempla sustituir algunas carpinterías interiores, la redistribución de armarios y la mejora de suelos y pinturas degradadas. En esta primera fase, serán los cinco albañiles de la Fundación quienes se encarguen de las labores.

Se requerirá, además, del trabajo coordinado de fontaneros, carpinteros y electricistas, entre otros gremios, para que el edificio esté terminado antes del comienzo de los primeros cursos. El plazo estipulado es de dos meses y medio.

La Casa de los Pintores es uno de los 14 inmuebles que gestiona la Fundación Santa María de Albarracín. La entidad, además de restaurar bienes patrimoniales de propiedad pública, dedica una parte de sus esfuerzos y de sus inversiones a cuidar sus propias infraestructuras.

Esta actuación secunda otras similares llevadas a cabo en otra residencia, la de la Casa de Santa María, o en los museos de Albarracín.