La fiesta de las Bodas de Isabel bate el récord de visitantes con la ayuda del buen tiempo

Una multitud llenó las plazas en las que se representaron las escenas principales de la leyenda amantista.

La fiesta de las Bodas de Isabel de Segura ha batido este fin de semana el récord de visitantes. El buen tiempo reinante durante los cuatro días que han durado las representaciones teatrales en la calle ha contribuido en gran manera a que el público aumentara, llenando hasta arriba las plazas en las que tenían lugar las principales escenas de la leyenda de Los Amantes.

Así lo aseguró este domingo la alcaldesa de Teruel, Emma Buj, quien, sin atreverse a decir un número exacto de turistas ante la dificultad de hacer un cálculo –la organización preveía la llegada de 100.000 personas–, puso, no obstante, como ejemplo que el sábado pasaron por el Mausoleo en el que se conservan las momias de los Amantes 1.702 personas frente a las 1.217 del año pasado. "Eso significa que no solo hay gente que repite año tras año porque le gusta la fiesta, sino que otras muchas personas se incorporan por primera vez", explicó.

Buj dijo que, pese a la multitud de visitantes y a los muchos actos celebrados entre el jueves y el domingo –algunos de ellos arriesgados, como el toro bravo nupcial el sábado en la plaza del Torico–, la fiesta ha transcurrido "con total normalidad y con un balance cero en cuanto a incidencias de gravedad". "El resultado no puede ser más positivo", subrayó.

El incremento de personas edición tras edición desde que hace 23 años arrancara la recreación de la leyenda de Los Amantes llevará al Ayuntamiento de Teruel a valorar la conveniencia de limitar el aforo en determinadas escenas. "La fiesta de las Bodas ha alcanzado un nivel de público que nos visita que, seguramente, en el futuro tendremos que estudiar cómo gestionar", dijo Emma Buj. En este sentido, la alcaldesa destacó que a partir de hoy mismo se empieza a trabajar en la preparación de la edición de 2020, "viendo todas aquellas cuestiones que pueden seguir creciendo y cuáles deben abordarse desde una perspectiva novedosa porque el volumen de gente que viene es cada día más importante".

Si el tiempo ha favorecido la afluencia de gente, no ha ayudado menos el trabajo de los 150 actores que dan vida a Diego de Marcilla e Isabel de Segura, Pedro de Azagra –esposo de la joven–, familiares y amigos de estos, así como todos los demás personajes que aparecen en la representación. Para la directora de la Fundación Bodas de Isabel –entidad que organiza la fiesta–, Raquel Esteban, los intérpretes han estado "grandes". "Hemos tenido unos amantes maravillosos que nos han hecho vibrar", afirmó Esteban respecto a la labor de María Asensio, que ha encarnado a Isabel de Segura, y de José Miguel Talavera, que ha hecho de Diego de Marcilla.

Esteban destacó que la población de Teruel se implica en la fiesta y colabora para que todo salga bien. "El mito de los Amantes es muy compartido por todo Teruel. Hemos sido capaces de elevarlo al séptimo cielo y tener la inteligencia para estructurar una ciudad, con todos sus elementos, que pueda dar calidad y acoger semejante evento", dijo la responsable de Las Bodas de Isabel.

Los actos finalizaron este domingo a mediodía con un homenaje a la figura de los Amantes de Teruel desde el balcón principal del edificio del Seminario. Desde allí, el rapsoda Jesús Cuesta se dirigió al público, que abarrotaba la plaza, para contar, a modo de romance de ciego, la historia de Isabel y Diego y de cómo su amor "fue más allá de la existencia". Otra recitadora, Sagrario Belenguer, leyó un poema sobre los Amantes ganador en 1986 del Certamen Nacional de Poesía que se celebra anualmente en Teruel. Ella misma puso voz también a un escrito del guionista de la recreación, Santiago Gascón, acerca del triunfo del amor sobre la muerte.

No faltó en esta culminación de las Bodas de Isabel de Segura la participación de la cantante turolense María del Carmen Torres. Si tras la muerte de Diego cantó al "cruel destino", este domingo dedicó su música al "tiempo de Amantes", recibiendo el aplauso de todo el público. El balcón del Seminario se convirtió también en una pasarela de moda del siglo XIII por la que desfilaron indumentarias de todo tipo, si bien diseñadas con gran rigor histórico. Frente al traje más clásico de Isabel de Segura sorprendió el de Diego de Marcilla, en el que se apostó por prendas de aire árabe suponiendo que los cinco años que pasa buscando la dote para conseguir a Isabel terminan en zona musulmana, donde imperaba el estilo almohade.

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