Miles de personas se rinden al romanticismo de la escena clave de los Amantes de Teruel

El público abarrotó la plaza del Torico para ver la muerte de Diego tras negarle un beso Isabel.

María Asensio, que da vida a Isabel, y José Miguel Talavera, que interpreta a Diego, en un momento de la representación.
María Asensio, que da vida a Isabel, y José Miguel Talavera, que interpreta a Diego, en un momento de la representación.
Antonio García/Bykofoto

La representación de la escena clave en la leyenda de los Amantes, la muerte de Diego al no conseguir el beso de Isabel, emocionó anoche a las miles de personas que se congregaron en la plaza del Torico. Los actores que dieron vida a los protagonistas de la trágica historia de amor, María Asensio y José Miguel Talavera, conectaron con el público y supieron transmitir toda la pasión y la tristeza que late en los personajes por el cruel destino que les aguarda.

En una plaza abarrotada de público que esperaba paciente el inicio de la recreación desde dos horas antes, Diego de Marcilla irrumpió llamando a Isabel a gritos. Con la complicidad de su escudero, el joven enamorado, preso de la ira tras saber que su amada se ha casado con otro, consigue colarse en la casa del matrimonio y encontrarse con ella. La escena, que tuvo lugar en un balcón, estuvo llena de sensibilidad y los asistentes la siguieron en un completo silencio, solo roto para dejar escapar algún grito de admiración y embelesamiento, como ocurrió cuando la joven abrazó por la espalda a su amado y ambos estrecharon sus cuerpos. "¡Qué bonito!", exclamaron muchos.

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Un año más –y ya son más de veinte–, el honor impidió a Isabel dar a Diego "un beso que ilumine la noche", tal y como él le pidió entre sollozos tan realistas que conmovieron al público. El enamorado, que acaba de regresar de la guerra junto con las tropas de Aragón, sale de la casa herido ya de muerte en su alma y sube a un estrado para desplomarse tras repetir la frase que ya forma parte de la tradición turolense: "Ni en contienda ni en batalla, sino en Teruel y a las puertas del cielo".

El broche de oro a una representación ante la que el público se rindió sin reparos lo puso la cantante turolense María del Carmen Torres, quien, encarnando a la muerte, interpretó desde el mismo balcón un tema sobre los Amantes compuesto por ella misma. El momento termina presagiando lo que este domingo ocurrirá en la plaza de la Catedral, pues Isabel se abraza a la parca y sonríe dejando entrever que sueña con que la eternidad sí será para ellos.

"Ha estado mejor de lo que esperaba. Una interpretación a un nivel superior al ‘amateur’", afirmó Gonzalo Alcalá, de Zamora, que viajó a Teruel con su pareja, María. A Sandra, de Valencia, la emoción apenas la dejaba articular palabras. "Me ha encantado, pienso volver", logró decir con los ojos humedecidos todavía por el impacto de la representación. Todos ellos venían por primera vez a la fiesta de Las Bodas de Isabel de Segura y explicaron haber tenido noticias de ella por amigos.

Baldomero Oliver, de Valencia, destacaba el "romanticismo" de la recreación. "Esta noche, va a haber besos y todo", dijo en clave de humor dirigiéndose a su esposa. Más veteranos eran Begoña y Paco y Manoli y Fernando, dos parejas también valencianas, pero que llevan 10 años viniendo a Las Bodas. "No nos cansamos, es una historia preciosa, con una gran fuerza, y los actores son muy profesionales", dijo Fernando.

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