Cutanda, una pedanía de Calamocha con menos de un centenar de vecinos censados, contará con un centro de interpretación de la batalla de la Reconquista que lleva su nombre y que fue decisiva para consolidar el dominio aragonés sobre el valle del Ebro.

El proyecto, promovido por el Ayuntamiento a través de la Fundación San Roque, prevé rehabilitar un antiguo almacén de cereales de titularidad municipal que cuenta con una superficie de 284 metros cuadrados para crear un foco de atracción cultural y turística en el barrio.

Las obras, con un presupuesto de 150.000 euros, se iniciarán en 2019 con la previsión de que estén terminadas para abrir el establecimiento al público en junio de 2020, cuando se conmemorará el 900 aniversario del histórico choque entre los ejércitos cristiano y almorávide.

El centro ha sido proyectado por el arquitecto Tomás Guitarte y constará de cuatro salas y una plataforma superior para abordar la batalla desde distintos puntos de vista. El coordinador de proyectos de la Fundación San Roque, Emilio Benedicto, explicó que en la fecha de celebración de los nueve siglos transcurridos desde la batalla de Cutanda, el centro de interpretación se podrá visitar, aunque apuntó que quizá no tenga completado su equipamiento.

La financiación del proyecto corre a cargo del Fondo de Inversiones de Teruel (Fite), aunque, por el momento, solo está asegurada en un 50%. El resto de la cuantía necesaria para que el museo bélico pueda abrir sus puertas, está por concretar. Benedicto añadió que el centro de interpretación pretende "dinamizar" el barrio –con una población permanente de 30 habitantes– al generar un atractivo turístico. Además, resaltará la "relevancia histórica" del acontecimiento en el marco estatal, señaló el coordinador de proyectos de la Fundación San Roque.

La primera sala del museo analizará el contexto histórico en que se produjo la batalla. Una maqueta de 200 centímetros por 100 marcará los principales hitos vinculados al acontecimiento. También se reflejará el recorrido seguido por las tropas musulmanas en territorio turolense.

La segunda dependencia informará sobre las características de los dos ejércitos enfrentados. Será mediante cuatro maniquíes que mostrarán el equipamiento de los guerreros de cada uno de los bando implicados.

Colaboración vecinal

Un espacio se reservará a la proyección de un audiovisual sobre el episodio histórico y, finalmente, una sala mostrará la intensa búsqueda de los vestigios de la batalla de Cutanda en los últimos años, un proceso en el que se han implicado los vecinos de forma desinteresada.

El proceso, liderado por el arqueólogo Javier Ibáñez y el historiador experto en la reproducción de antiguas máquinas de guerra a tamaño real Rubén Sáez, ha utilizado las tecnologías más modernas en la prospección del subsuelo. Una plataforma superior recordará las consecuencias históricas del enfrentamiento.

Emilio Benedicto explicó que la intensa búsqueda de restos de la batalla ha permitido descubrir numerosas piezas cerámicas musulmanas de hace novecientos años. Los investigadores creen que proceden del campamento desde el que los almorávides se lanzaron al combate. Concluye Benedicto que, a pesar de las prospecciones e investigaciones, queda por resolver "la gran duda" sobre la batalla, el lugar preciso donde se libró.