Sin novedad, sin concreción

Pedro Sánchez insiste en Zaragoza en su compromiso con una «transición justa» para las comarcas mineras, pero no da el más mínimo detalle sobre sus planes.

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, a su llegada al mitin organizado por el PSOE-Aragón en los cines Palafox de Zaragoza.
Pedro Sánchez, en Zaragoza.
Oliver Duch

Pedro Sánchez ha insistido en Zaragoza en el compromiso de su Gobierno con una «transición justa» para las comarcas mineras turolenses, pero no ha ofrecido ningún detalle sobre cómo hacerlo. Con el presidente del Gobierno ocurre lo mismo que su ministra para la Transición Ecológica, se agradecen sus buenas palabras, pero Aragón necesita medidas concretas, efectivas y urgentes. 

El líder del PSOE viajó ayer a Zaragoza para protagonizar el acto de presentación de Javier Lambán y Pilar Alegría como candidatos socialistas a la DGA y al Ayuntamiento de Zaragoza. Decenas de mineros le esperaron para exigirle una solución ante el cierre de la central térmica de Andorra. Pedro Sánchez se limitó a señalar que habrá fondos nacionales y europeos para los territorios afectados por el fin del carbón. Lo mismo que hizo la ministra Teresa Ribera hace una semana en Andorra y que generó mucha decepción y un aluvión de críticas. Y si parca fue su respuesta a las reclamaciones de las cuencas mineras, aún lo fue más para algunas de las otras reclamaciones de Aragón a las que hizo referencia: suprimir los trenes ‘tamagotchi’, la reapertura del cuartel Sancho Ramírez (Huesca) anunciada por el PP y la apuesta por el corredor Cantábrico-Mediterráneo. Es decir, ninguna novedad y ninguna concreción.

El presidente del Gobierno ha preferido centrarse en temas nacionales (su proyecto de Presupuestos) e internacionales (la crisis de Venezuela), en vez de dar respuestas concretas a las justas demandas de Aragón. Buena parte de las provincias de Teruel, de Huesca y también de Zaragoza forman parte de la España interior que está llena de riquezas naturales y de ciudadanos que quieren seguir viviendo en su tierra. Por ello, la despoblación merece una consideración mucho más amplia y generosa de la que se le presta en la agenda del Gobierno y de los partidos políticos.