La Comisión Provincial del Patrimonio Cultural aprobó en su última reunión el modificado del proyecto para la rehabilitación del antiguo asilo de San Julián de Teruel como sede del conservatorio profesional del música y centro social, aunque insta al Ayuntamiento a revisar el diseño de las cubiertas dada su gran visibilidad y a reponer la cruz que remataba la fachada de la antigua capilla, destinada a reconvertirse en auditorio. Las obras, con un plazo de ejecución de 20 meses y 6,9 millones de euros de presupuesto, se encuentran en una fase muy avanzada de ejecución

La autorización, comunicada al Ayuntamiento el pasado 3 de diciembre, es el último trámite administrativo que debían superar los cambios introducidos a última hora en la actuación, consistentes fundamentalmente la demolición de la capilla –salvo la fachada– y su sustitución por un auditorio de nueva planta. También se precisan los materiales que se utilizarán para recubrir las fachadas posteriores del ala destinada a conservatorio: unas láminas de fibra de vidrio de color verde.

La Comisión da su aprobación a las propuestas presentadas por la sociedad municipal Urban Teruel S. A., promotora de las obras, pero con algunas puntualizaciones. El principal reparo gira en torno al diseño del tramo de la fachada principal que fue demolido con las obras y que corresponderá al centro social. El órgano de control del patrimonio cultural –dependiente del Gobierno aragonés– pide más información sobre la obra prevista antes de pronunciarse al respecto.

La Comisión del Patrimonio plantea en su resolución como "consideraciones" que se reestudie "la solución propuesta" para rematar las cubiertas –grava de color blanco- con el objetivo de "integrarla mejor en su entorno". Señala que el tejado será "una fachada más del edificio" que se podrá contemplar desde los dos viaductos y desde los barrios del Ensanche y el Centro Histórico. La resolución añade que la cubierta será la parte con "más visibilidad" del cerramiento del nuevo inmueble.

Otra petición es "no eliminar" la cruz de la cúspide de la fachada de la capilla –diseñada por el arquitecto modernista Pablo Monguió– ya que "formaba parte de esta y permitía dar testimonio del uso del edificio en el pasado". Por último, "suspende" su pronunciamiento sobre la fachada del centro social a la espera de conocer el proyecto respecto a este elemento.

La alcaldesa, Emma Buj, se felicitó del visto bueno de Patrimonio al modificación del diseño y señaló que la corrección impuesta no retrasará la ejecución de las obras del principal proyecto de la legislatura, que marchan según las previsiones iniciales.

Desde el estudio de Alicia Torres, redactor del proyecto y director de las obras, se ratificaron en que la solución de gravas de color "neutro" para rematar la cubierta es la más adecuada para no competir con los tejados de interés arquitectónico, como el del futuro auditorio. En opinión de los proyectistas, "no existe ninguna necesidad" de reponer la cruz de la capilla porque su uso va a ser "laico" a partir de la rehabilitación y la función religiosa se limitó a 40 años, con lo cual no cabe considerarla como "histórica".

El diseño y los planos de la fachada del futuro centro social se  remitieron ya a la Comisión del Patrimonio pero no llegaron a tiempo de ser sometidos a la consideración de la última sesión de la Comisión, que podría valorarlos el próximo mes de enero. El visto bueno es preceptivo debido al emplazamiento del Asilo en el entorno de protección de dos bienes de interés cultural, el viaducto de Fernando Hué y el Conjunto Histórico de la ciudad.

La principal variación del proyecto incorporada en el modificación aprobado por Patrimonio es la sustitución de la antigua capilla por una sala de conciertos de nueva planta. Esta solución ampliará la capacidad para el público y la superficie del escenario, que será de 158 metros cuadrados. Los cambios comportarán un encarecimiento del 7,5% de las obras. La ejecución también se prolongará dos meses pasando de los 18 iniciales a 20.

El aspecto más llamativo del modificado es, sin embargo, el color verde que tendrán las fachadas posteriores del conservatorio, mientras que el auditorio se recubrirá de planchas de cinc de color gris. El aspecto del ala oeste del nuevo edificio, la destinada a centro social, será de construcción tradicional.