La siembra de trigo se complica en la provincia de Teruel debido a las lluvias

En los lugares donde todavía no han podido sembrar, difícilmente se espera que puedan hacerlo, por eso los agricultores ya tienen en mente otros cultivos como la cebada de ciclo corto o el girasol.

Descubren un antioxidante natural que se encuentra en el salvado de grano de cereales o trigo.
Foto de archivo de campos de cereal aragoneses.
Heraldo.es

“Muchas zonas de Teruel todavía no están sembradas y difícilmente podrán hacerlo antes de finales de Navidad, fecha límite para cultivar, aunque con un retraso de casi dos meses, los cereales de invierno”. Con estas palabras, Roberto Sanz, secretario general de UAGA en Teruel, define la situación en la que se encuentra la provincia turolense, donde las abundantes precipitaciones no están permitiendo que los agricultores puedan entrar en sus campos para realizar la siembra.

Maestrazgo y Gúdar-Javalambre son las dos comarcas más afectadas debido a su altitud, aunque también hay otras: los agricultores de la Comunidad de Teruel tampoco han podido entrar a sus campos, a excepción de las zonas más próximas a la del Jiloca, como Cella. En el Jiloca, la ‘suerte’ también va por “barrios”, según detalla Sanz, ya que un 70% de la comarca sí que ha podido empezar a realizar las tareas, pero en las zonas más altas como Fonfría los agricultores no han podido entrar todavía. En las Cuencas Mineras, aunque no habían podido entrar, ahora algunos están pudiendo empezar la temporada. En la Sierra de Albarracín la situación es dispar, ya que mientras en las zonas más altas la siembra ya se había llevado a cabo, puesto que allí los agricultores suelen sembrar antes; en las zonas más bajas, como Ródenas, la siembra no ha comenzado.

“El problema no es el retraso que lleva la siembra, sino que en las zonas en las que el agricultor no ha podido entrar hasta ahora, difícilmente va a poder hacerlo. Aunque esté un mes sin llover, las pocas horas de sol, junto con el hecho de que estemos hablando de zonas que se encuentran a una altitud elevada, conlleva a que sea complicado que se seque y se revierta la situación”, explica el secretario general de UAGA en Teruel, que, a su vez, advierte que: “Tendremos que esperar hasta que entre el invierno y ver qué ocurre. En ese momento, empieza a alargar el día, y por tanto las horas de sol, además el viento suele jugar a favor. Eso sí, sabemos que en esas fechas tendremos que lidiar con la nieve”.

Cebada de ciclo corto o girasol

Llegados a este punto, en el que no solo la siembra de los cereales de otoño lleva casi dos meses de retraso (tendría que haber empezado en octubre), sino en el que los agricultores, que aún podrían llevarla a cabo hasta Navidad, ya la dan por perdida por las condiciones meteorológicas, se están planteando nuevas opciones para los campos. “Hasta el 15 de marzo podremos plantar cereal tardío, como cebada de ciclo corto, una vez pasada esa fecha, se tendría que optar por el girasol, aunque no vamos a llenar todos los campos con este cultivo”, argumenta Sanz, que recuerda que el agricultor que ya había preparado semilla tendrá que hacerlo de nuevo.

Con esta perspectiva, se prevé que la superficie cultivada de trigo se reduzca notablemente y se quede lejos de las 262.597 hectáreas que se cultivaron el año pasado en Aragón, según especificó el ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación en la Encuesta sobre Superficies y Rendimientos de Cultivos. “Es una situación que, aunque en Teruel está teniendo una mayor incidencia por las características del terreno, se está viviendo también en el resto de España”, asegura Sanz, que a su vez no quiere pensar en los futuros precios: “Pensar ahora que ante una situación de escasez, los que hayan tenido la suerte de poder sembrar se verán supuestamente beneficiados en la campaña, no es solidario. Además, aunque ahora lo estemos viendo difícil, no debemos adelantarnos a la situación, sino ir viendo día a día, ya que la temporada pasada también pensábamos que iba a ser complicada y al final no”. 

Ante este panorama, los agricultores se encuentran desolados: “Siempre pedimos agua, tras tres años donde la sequía estaba acuciando, ahora, cuando pensábamos que por mucho que lloviese la situación no se podía revertir, estamos como estamos. Esto afecta mucho a nuestra moral”. A pesar de ello, y queriendo sacar un punto positivo, asegura el secretario general de UAGA en Teruel que “al menos las zonas que este año están teniendo más dificultades son las que en estos últimos tres años, cuando la sequía estaba en esos límites extremos, habían podido sacar una mayor producción debido a que son lugares más frescos”.

El cobro de la PAC, en el aire

Aunque, como aseveran, “los agricultores no queremos vivir de las ayudas”, el cobro de la PAC es un tema que se encuentra en el aire. Para optar a ella se deben sembrar tres cultivos y claro, por el momento, las lluvias no están permitiéndolo, por ello uno se pregunta qué ocurrirá con la PAC. “Veremos qué pasa finalmente, pero si la situación continúa -explica Sanz-, para ello estamos las organizaciones agrarias: tendremos que luchar para que desde la Administración entiendan las dificultades”.

 

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