Más de mil personas recorren el escenario del triple crimen para pedir "verdad y justicia"

Caminaron entre las masías del Ventorrillo y el Saso en recuerdo del ganadero y los dos guardias civiles asesinados. Calanda rindió homenaje a Víctor Romero en la Casa de Cultura.

Homenaje a las víctimas del triple crimen de Teruel.
Homenaje a las víctimas del triple crimen de Teruel.
Jorge Escudero

Más de mil personas recorrieron este viernes por la tarde el escenario en el que, justo un año antes, el exmilitar servio Norbert Feher, alias Igor el Ruso, asesinó al ganadero José Luis Iranzo y a los guardias Civiles Víctor Romero y Víctor Manuel Caballero. La comitiva, con velas encendidas, caminó entre las masías andorranas de El Ventorrillo y El Saso en recuerdo de las tres víctimas, cuya muerte produjo una inmensa conmoción entre la población e hizo que se cuestionase la seguridad en el medio rural.

Ni el lugar ni la hora para llevar a cabo este homenaje –a las 17.30– fueron casuales. Los participantes quisieron cubrir la misma distancia –y en el mismo momento– que el 14 de diciembre de 2017 hiciera con su coche el andorrano José Luis Iranzo antes de morir por los disparos de ‘El Ruso’ en su masía de El Saso. Esta fue la manera que tuvieron de tratar de encontrar alguna de las explicaciones que llevan todo este año solicitando. Hasta cuatro veces han acudido a la Subdelegación del Gobierno en Teruel, la última, con 87 preguntas que siguen sin respuesta.

Este viernes, una vez en El Saso, pasaron a leer el manifiesto. Para el culpable, que "es solo uno y afortunadamente está entre rejas", pidieron que no vea nunca más la luz del sol en libertad. Clamaron justicia para depurar responsabilidades en relación a los medios que fueron utilizados para salvaguardar la seguridad ciudadana hace un año. "A los muertos hay que dejarlos descansar, a los responsables y culpables, no", dijeron. Insistieron en que lo que pasó entre el intento de asesinato de Albalate en la noche del 5 de diciembre y el 14, "fue una falta de rigurosidad absoluta y una clara dejadez de funciones y ya nos suena ridículo".

Lamentaron que todavía hay quién quiere convencerles de que todo fue correcto. "Todo, para evitar asumir responsabilidades". Se preguntaron si los medios que se pusieron son comparables a Madrid en alusión a las palabras de hace unos días del subdelegado, José Ramón Morro, que afirmó que se desplegaron los mismos que si hubiera pasado en la capital.

A los responsables exigieron que "si no hay miedo, simplemente contesten con rigor a nuestras 87 preguntas". A los responsables municipales y comarcales y políticos de la zona les pidieron exigir que se realice una Comisión de Investigación. "¿Somos ciudadanos de segunda? Aclaradlo por el bien de todos y por el futuro de nuestros pueblos".

El mismo silencio que acompañó a los andorranos se instaló en Calanda, donde a las ocho de la tarde partió una marcha desde la plaza hasta la casa de cultura donde se descubrió una placa con el nombre de Víctor Romero. El homenaje comenzó con una misa en su memoria y continuó con una concentración en la plaza. Juntos, con la misma pancarta con la que hace un año pidieron justicia, cientos de calandinos arroparon a los amigos y a la familia en su marcha hasta la explanada. Allí, frente al imponente edificio que ya lleva el nombre de Romero, se recordó la figura del joven con emotivas imágenes mezcladas con mensajes y reivindicaciones porque después de un año, "todo sigue igual, las responsabilidades siguen sin aparecer".

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