Un corrimiento de tierras debido a las lluvias tapona el cauce del río Mena en Utrillas

El deslizamiento de dos millones de metros cúbicos de tierra remansa el agua y podría obligar a abrir un curso artificial para desaguar.

Deslizamiento de tierras y, al fondo, Casting Ros.
Deslizamiento de tierras en Utrillas.
Antonio Fontenla

Un deslizamiento de tierras en una ladera de Utrillas tapona desde el pasado viernes el curso del río Mena cerca del casco urbano de la localidad. El corrimiento, de unos dos millones de metros cúbicos de volumen, remansa la aguas y obliga al Ayuntamiento a hacer un seguimiento permanente de la situación, aunque no peligran zonas habitadas y el agua todavía no se ha salido del cauce.

La lengua de tierra procede de una antigua explotación minera a cielo abierta que fue restaurada con materiales de relleno. Las intensas lluvias del último mes han saturado de agua la ladera, lo que ha provocado un deslizamiento que todavía no se ha detenido por completo. El lugar en el que se ha producido el incidente está situado cerca de la carretera de Utrillas a Las Parras del Martín y, al otro lado del mismo valle, está situado el polígono industrial donde se ubica la empresa Casting Ros, entre otras.

El pasado viernes la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE) intentó despejar el cauce del Mena con maquinaria pesada pero tuvo que desistir ante el peligro que comporta la presencia de una avalancha todavía inestable en cotas más altas.

Para el alcalde de Utrillas, Joaquín Moreno, la solución pasa por abrir "un cauce alternativo" paralelo al original y más separado de la ladera desmoronada. Moreno explicó que la retirada de la avalancha que tapona el río es inviable de momento porque por encima de la cota de río "hay una cantidad ingente" de tierra y rocas que podría precipitarse sobre las máquinas.

Un antiguo ingeniero de las minas de Utrillas, Antonio Fontenla, ha señalado que el deslizamiento "sigue activo" y con pequeños avances en su caída, lo que agrava el peligro de nuevos derrumbamientos. Fontenla explica que aunque la plataforma superior del talud sigue encharcada de agua no se han producido nuevos desprendimientos del terreno.

El alcalde ha comunicado el deslizamiento a la Diputación Provincial, la Subdelegación del Gobierno y la CHE en busca de soluciones. El subdelegado del Gobierno, José Ramón Morro, señala que no existe ningún peligro para las personas. Un geólogo de la Diputación visitó también la zona para elaborar un informe.

El cauce del Mena se ha quedado prácticamente seco a partir de la barrera que forma el derrumbamiento, aunque las filtraciones mantienen la humedad en el lecho fluvial. El talud que se ha deslizado sobre el río tiene una altura de unos 80 metros y el frente del corrimiento ronda los 500 metros. Joaquín Moreno ha recordado que hace treinta años el desmonte que había en ese lugar fue restaurado con tierra vertida, pero la ausencia de vegetación y la saturación de humedad con las recientes lluvias le han restado consistencia. El Ayuntamiento ha pedido a Protección Civil que acordone el perímetro para evitar que pueda producirse algún accidente por la presencia de curiosos.

Peligro de avalancha

Joaquín Moreno ha indicado que el Ayuntamiento, Protección Civil y la CHE supervisan la zona cada seis y ocho horas para ver como evoluciona el corrimiento y el remanso de agua que se ha formado en el río. A través de Facebook, el Consistorio "aconseja no acercarse al deslizamiento de tierras debido al peligro que representa".


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