Una granizada registrada en la tarde de este miércoles ha causado graves destrozos en el casco urbano y en los campos de cultivo de Ejulve, donde el pedrisco ha alcanzado, según los testigos, el tamaño de "huevos de gallina". El granizo ha roto tejas, canalones y persianas, además de abollar coches y romper algunas lunas de vehículos aparcados en la calle.

Un vecino, Francisco Felipo, ha explicado que tiene 68 años "y nunca había visto un pedrisco tan grande" como el que ha caído sobre Ejulve. Los daños se extienden también, aunque con menor virulencia, a la vecina Villarluengo. Felipo ha explicado que la granizada duró solo unos 10 minutos pero los efectos han sido "impresionantes". La calle que discurre frente a la casa en la que se protegió de la tormenta "bajaba llena de granizo de lado a lado".

El alcalde, Ovidio Ortín, ha señalado que también los equipamientos municipales han sufrido daños considerables, como la piscina, con las claraboyas y las hamacas rotas.