El encuentro con grupos de toro de cuerda llena Teruel de ambiente festivo

Falta más de un mes para que dé comienzo la Vaquilla, pero la capital turolense se llenó este sábado ya del ambiente característico de esta fiesta. La celebración del VII Encuentro Tradicional de Toros Ensogados, que reunió a asociaciones de las localidades valencianas de Picassent y La Font de La Figuera, además de la de Teruel, trajo a la ciudad una exhibición de cuatro astados de cuerda por el Centro Histórico y la actuación de una charanga, todo ello precedido de un acto institucional en el que los tres grupos intercambiaron obsequios y mostraron que les une una gran afición por los festejos taurinos.

Cientos de entusiastas de los toros ensogados se dieron cita a primera hora de la tarde en la calle del Tozal y la plaza del Torico, recorrido por el que la Asociación de la Soga y Baga de Teruel condujo a dos de los astados –al principio y al final de la exhibición– permitiendo a los aficionados realizar emocionantes carreras lo más cerca posible del animal. La entidad realizó la suelta al estilo turolense, de modo que 20 sogueros sujetan al toro –que va delante– con dos cuerdas al principio y solo una a continuación, para dar más libertad al astado, pero sin perder de vista la seguridad.

Los de Picassent van por delante del animal y lo guían con una sola soga, haciendo que se detenga en la puerta de las casas de aquellos que lo solicitan a modo de homenaje. Además, cortan un trozo de cuerda en cada parada obsequiando con él a las personalidades de la fiesta y así lo hicieron ayer tarde durante el recorrido de un astado por las calles de Teruel. Según explicó el presidente de la asociación, Miguel Pérez, si bien la tradición sufrió un parón en 2005, a partir de 2015, con el nacimiento de la agrupación, la costumbre del toro ensogado cogió auge en Picassent.

Por el Casco Histórico de Teruel corrió también un toro ensogado tal y como se hace en las fiestas de La Font de la Figuera, donde el animal es engalanado con un manto y un collar de cascabeles que aportan mucha vistosidad al festejo. David Navalón, presidente de la asociación de esta localidad valenciana, explicó que la afición por los astados de cuerda "está creciendo" y destacó que el encuentro de agrupaciones que cada año celebra Teruel supone "una importante promoción turística para los municipios que participan en él".

Mayor concienciación

El festejo terminó sin incidentes más allá de un soguero que tropezó y el animal le pasó por encima sin mayores consecuencias, alguna caída por empujones y unas cuantas torceduras de tobillo. Voluntarios de Protección Civil encargados de velar por la seguridad del público indicaron que, año tras año, los asistentes están más concienciados del riesgo que supone correr junto al toro y acuden a la exhibición con ropa y calzado adecuados.

El presidente de la Asociación de Soga y Baga de Teruel, Diego Blasco, explicó que los toros de este año, pertenecientes a la ganadería de Evaristo López y con un peso de entre 550 y 600 kilos, han sido de mayor tamaño que en ediciones anteriores, si bien ello no ha supuesto una dificultad añadida para el trabajo de los sogueros.

Para el concejal de Fiestas del Ayuntamiento de Teruel, Javier Domingo, es importante que las ciudades "cuiden de sus tradiciones". El edil recordó que la capital turolense es candidata a convertirse en 2020 en sede del XVII Congreso Nacional de Toro de Cuerda, un evento que mueve a más de 30.000 personas. "Si lo logramos, Teruel conseguirá una gran proyección turística", señaló Domingo, quien aseguró que la capital turolense cuenta con capacidad hotelera y de servicios suficiente para albergar a la multitud de aficionados que llegarán. El próximo fin de semana, en Cuenca, se conocerá si finalmente la capital mudéjar es elegida como anfitriona del evento.