La reposición de azulejos en el Salvador, sin andamios para ahorrar tiempo y coste

Los trabajos, que durarán un mes, se realizan a mano por operarios que se descuelgan con cuerdas por la torre.

Daniel Magro, de la empresa Vertical Aragón, a punto de descolgarse por el exterior de la torre.
Daniel Magro, de la empresa Vertical Aragón, a punto de descolgarse por el exterior de la torre.
Jorge Escudero

Los trabajos para reponer medio centenar de azulejos que se han desprendido en los últimos años de las caras exteriores de la torre mudéjar del Salvador de Teruel –declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 1986– han comenzado esta semana con pruebas para conocer la idoneidad del mortero de cal que se utilizará en el rejuntado de las piezas.

Las obras, que continuarán, ya de forma ininterrumpida, a partir del próximo martes y se prolongarán durante un mes, se llevarán a cabo sin andamios con el objetivo de ahorrar tiempo y coste, según explicó este sábado Joaquín Andrés, uno de los dos arquitectos –el otro es José María Sanz– que dirigen la intervención.

Por los 40 metros de altura que tiene la torre se descolgarán, con sistemas de cuerdas y arneses, operarios que realizarán a mano la reposición de las cerámicas que se han perdido así como la sustitución de las que están deterioradas y la consolidación de las que corren el riesgo de desprenderse. Los nuevos azulejos están siendo elaborados por la empresa Artesanías Punter con técnicas tradicionales, como las que usaron originalmente los alfareros que decoraron esta construcción, levantada en el siglo XIV.

"No hubiera sido razonable, por el escaso volumen de trabajo que hay que realizar, instalar un andamio, cuyo montaje hubiera requerido de tres a cuatro semanas de tiempo y de un coste económico elevado", afirmó Andrés. El arquitecto agregó que la Comisión de Patrimonio del Gobierno aragonés "recomendó" llevar a cabo trabajos verticales "para una mayor operatividad".

La restauración, que incluye también una intervención en el tejado a cuatro aguas que tiene la torre, está presupuestada en torno a 12.000 euros. La cuantía será aportada por la Diócesis de Teruel y Albarracín, propietaria del monumento.

Originales y copias

Entre las piezas desprendidas o deterioradas hay algunas originales y otras que fueron colocadas en la restauración que se llevó a cabo tras la Guerra Civil, pero ninguna pertenece a la actuación que se emprendió hace 25 años, la última que ha tenido lugar. De los dos lados de la torre que dan a la calle del Salvador se han caído 13 piezas y otras 8 se han roto. De la cara que mira a la iglesia del mismo nombre faltan 27 azulejos y otros cuatro están fragmentados, mientras que en el lateral restante se han partido cuatro piezas. A todas ellas hay que sumar otro grupo de cerámicas que han perdido el barniz.

Ante el riesgo de que algún azulejo causara daños a viandantes en su caída a la calle, desde finales del pasado mes de diciembre la parte inferior de la torre mudéjar del Salvador está recubierta con una antiestética malla de color verde que ahora, tras la restauración, podrá, por fin, ser retirada. La torre, cuyo exterior está decorado con multitud de piezas cerámicas verdes, blancas y marrones, constituye uno de los principales atractivos turísticos de la ciudad.

Para iniciar las obras de restauración, se estimó conveniente aguardar a la llegada de la primavera a fin de evitar las heladas, que afectan negativamente al yeso utilizado para fijar los azulejos a la superficie de la torre.

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