Más de seiscientos escolares pertenecientes a diez colegios de la capital tuvieron la oportunidad ayer de conocer los secretos del aeropuerto industrial de Teruel, el único en su tipología del país. Los niños, de entre 8 y 12 años de edad, fueron los primeros en participar de las jornadas de puertas abiertas que el Consorcio que gestiona las instalaciones ha organizado para conmemorar su quinto aniversario. La Plataforma Aeroportuaria (Plata) ya ha programado una nueva actividad, en este caso con acceso libre a todo el público, para el 27 de mayo.

En esta iniciativa han colaborado todas las empresas ubicadas en el aeropuerto y, en especial, Tarmac –la principal concesionaria de las instalaciones–, cuyo gerente, Abdón Beitia, reconoció haber dedicado seis meses en la preparación de la actividad. De hecho, puso a disposición de los colegios dos de los 75 aviones que en estos momentos permanecen estacionados en Teruel para ser sometidos a revisiones. Y uno de sus hangares sirvió para exponer algunos de los elementos fundamentales en el mundo de la aeronáutica, como la caja negra, los altímetros, el instrumental de vuelo, incluso, un motor a reacción desmontado.

Los colegiales disfrutaron al acceder al interior de un enorme Airbus A330, destinado a carga, que, según destacaba Abdón Beitia, "pocas personas han tenido ocasión de ver". El personal de la empresa aseguraba que su colosal panza tiene capacidad para transportar hasta doce elefantes y ocho millones de gominolas. Conocieron asimismo todos los detalles de un Boeing 777, en el que pueden viajar 400 pasajeros y que dispone de uno de los motores más grandes del mundo. Accedieron a la cabina de los pilotos y a las dependencias más selectas del aparato, con la categoría de ‘business’ y ‘confort class’, cuyo pasaje para un viaje a Nueva York puede costar, según confesó uno de los empleados de Tarmac para admiración de los estudiantes y profesores, entre 1.400 y 3.000 euros.

El gerente de Tarmac se mostraba encantado con la iniciativa, de la que destacó que su objetivo no es otro que "despertar pasiones y vocaciones por la aeronáutica". "Queremos ­–agregó– que los escolares conozcan la gran diversidad de profesiones que hay relacionadas con la aviación: desde controladores a pilotos, pasando por el personal de mercancías".

Emoción infantil

Para algunos escolares, ayer fue un día memorable; supuso su bautizo de aviones, aunque sin despegar del suelo. Esta circunstancia, sin embargo, no fue un inconveniente para que se mostraran entusiasmados con la experiencia. Laura, una niña de 9 años del colegio de la Fuenfresca, reconocía estar "emocionada". "Nunca había estado en un avión ­–confesó–, así que me ha parecido muy interesante verlo por dentro".

Los pequeños se interesaron especialmente por la información que ofrecía un grupo de estudiantes de la escuela de pilotos británica Flying Time Aviation. Ante las dos avionetas con las que realizan sus prácticas en el aeropuerto turolense, informaron al público infantil sobre las materias que cursan. Guido, un estudiante italiano al que solo le faltan diez meses para obtener su título de piloto, se encargó de explicarles que no hace falta "ser un experto en matemáticas para poder volar", como muchos niños le preguntaron. Aseguró que en la actualidad es una profesión "con mucho futuro por la gran demanda que hay en todo el mundo".

Los colegiales pudieron ver de cerca un helicóptero del 112 con sede en el aeropuerto, el reten de bomberos, una empresa de drones y los vehículos de la Guardia Civil, tras pasar todos ellos por los controles de seguridad. El director del aeropuerto, Alejandro Ibrahim, destacó la implicación en la jornada de puertas abiertas del personal de las diez empresas ubicadas en Plata. "Es una forma de dar a conocer nuestras instalaciones en una fecha tan memorable", concluyó.