La Dolorosa brilla con la luz de sus 56 velas

La plaza de la Catedral fue el escenario del encuentro de la Condena de la Villa Vieja.

El Ecce Homo junto a la Virgen de los Dolores, en la primera procesión de la jornada de este lunes.
El Ecce Homo junto a la Virgen de los Dolores, en la primera procesión de la jornada de este lunes.
Antonio García/bykofoto

Las calles del Centro Histórico de la capital brillaron este lunes de forma especial. Las 56 velas que acompañan la imagen de la Dolorosa emitieron a su paso, durante la procesión de la Condena, una luz resplandeciente que iluminó su doliente rostro y su capa de terciopelo delante del público congregado a lo largo de su ruta y ante los cofrades de la Hermandad de Nuestra Señora de la Villa Vieja y la Sangre de Cristo.

El recorrido, de apenas hora y media de duración, fue el primer acto religioso de la jornada y uno de los más emotivos, sobre todo, durante el encuentro que tuvo lugar en la plaza de la Catedral entre la Virgen de los Dolores y el Ecce Homo, una talla de 1899, rodeada de flores blancas y amarillas. Las dos esculturas permanecieron unos minutos sobre sus peanas mecidas por las 45 mujeres, que soportaban a la Dolorosa, y los 40 peaneros que transportaban al Cristo. El ritmo lo impusieron los instrumentistas de la banda que acompañan a la cofradía, jóvenes, la mayoría, tocados con hábitos y terceroles de riguroso negro. Los tambores y bombos marcando sombríos sonidos de funeral.

La procesión comenzó en la iglesia de San Martín –donde se guardan las imágenes religiosas durante la Semana Santa turolense–. La talla del Ecce Homo y la escultura de la Dolorosa bajaron hace unos días de los altares de la iglesia de San Andrés, donde se veneran todo el año, y no regresarán hasta que finalicen los días de Pascua.

Desde San Martín procesionaron las dos imágenes por la plaza del Seminario y las calles Yagüe de Salas y los Amantes a paso lento, bajo la atenta mirada de los amantes de estas manifestaciones religiosas.

Poco después de concluir este desfile salió de la iglesia de San León la procesión del traslado de la Oración en el Huerto, un acto religioso en el que participaron más de doscientos cofrades y músicos. No en vano, la cofradía de la Oración de Jesús en el Huerto cuenta con una de las bandas más numerosas de la Pasión turolense, con más de 300 tambores y bombos.

La imagen, portada por 45 costaleros vestidos con túnica granate y capirote de color gris, hizo este lunes uno de los mayores recorridos de esta festividad religiosa, atravesando el Puente de la Reina y desfilando bajo el bello Acueducto de los Arcos. Para dar más realce a su entrada en la iglesia de San Martín, la banda de tambores y bombos interpretó un toque especial, mientras los peaneros acunaban el trono de madera maciza con la fuerza de titanes. Tras llegar al templo vigilado por la esbelta torre mudéjar, su morada durante estos días, el conjunto escultórico permanecerá a la espera de salir nuevamente en Jueves Santo, en la procesión general con todas las demás imágenes religiosas.

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