Teruel fue la única provincia aragonesa que registró más nacimientos durante el año pasado

El Consejo Económico y Social de Aragón ha dado a conocer los datos de demografía incluidos en el informe anual que elabora sobre la situación de la Comunidad Autónoma

Imagen de un adulto y un niño, en el parque de los Fueros de Teruel.
Teruel fue la única provincia aragonesa que registró más nacimientos durante el año pasado
Antonio García

Por una vez Teruel se sitúa por encima de Zaragoza y Huesca en materia poblacional, aunque sea con cifras poco significativas. Y lo revela el último informe sobre la situación económica y social de Aragón, correspondiente a 2017, cuyo avance relativo al capítulo demográfico se ha presentado este martes en la capital turolense. Según se pone de manifiesto en el documento, fue la única provincia aragonesa que incrementó en ese periodo de tiempo el número de nacimientos. Concretamente, se registraron 73 más que el año anterior, lo que supuso un crecimiento de la natalidad de un 7,4%, frente a Zaragoza que decreció un 4,1%, con 347 alumbramientos menos que 2016. Huesca, cuyos hospitales experimentaron la pérdida de 149 nacimientos, descendió un 8% en esta materia.

Para el presidente del Consejo Económico y Social de Aragón (Cesa) –organismo que se encarga anualmente de elaborar el citado informe–, José Manuel Lasierra, este porcentaje, sin embargo, es "mínimo" ante la realidad demográfica aragonesa global, y especialmente la que corresponde a Teruel y Huesca. "En Aragón –advertía Lasierra– tenemos una población más envejecida que la media española, y hay núcleos que pueden tener este problema de una manera irreversible".

Teruel fue la única provincia aragonesa que registró más nacimientos durante el año pasado

El consejero, Vicente Guillén, junto al presidente del CESA, José Manuel Lasierra, durante la Jornada sobre población y territorio. (Foto: Jorge Escudero)

Los datos sobre demografía, que se han dado a conocer durante la Jornada sobre Población y Territorio que el Cesa ha organizado en Teruel y a la que asistía el consejero de Presidencia, Vicente Guillén, son testarudos al constatar una vez más que el saldo vegetativo se mantiene en valores negativos en la Comunidad Autónoma. El año pasado siguió detectándose más defunciones que nacimientos –2.552 más–, pero el documento destaca que estos valores han mejorado con respecto al año anterior debido al descenso de mortalidad en Aragón y al incremento de natalidad en Teruel.

José Manuel Lasierra destacaba el hecho de que la Comunidad  aragonesa ha experimentado en 2017 un crecimiento poblacional en sintonía con el resto del país, pero ha reconocido que su gran problema es que este ha sido muy desigual. Mientras que Zaragoza y su entorno, como Utebo, Cuarte de Huerva, Zuera, La Puebla de Alfindén, María de Huerva o la Muela, han incrementado su población, esta ha decrecido en Huesca y Teruel. La primera perdió 59 habitante y la segunda, 80. Otras ciudades intermedias, como Calatayud, Barbastro, Alcañiz o Andorra, sufrieron, igualmente, un retroceso demográfico.

Al aumento poblacional en Aragón durante el año pasado ha contribuido, entre otros factores, el que por primera vez desde 2010 "el saldo migratorio exterior sea positivo", según apunta el estudio. De hecho, entraron en la Comunidad 1.122 personas más de las que se marcharon.

El informe recalca, sin embargo, la dualidad que se produce entre zonas urbanas, con mayor vitalidad, y las zonas rurales, con una tendencia general hacia la pérdida de habitantes, y una densidad poblacional, que en Teruel se sitúa en 9,2 habitantes por kilómetro cuadrado.

El presidente del Cesa echa de menos la "persistencia en el tiempo" de medidas estructurales que permitan revertir la situación de retroceso demográfico que afecta especialmente al mundo rural. Además, pedía la implicación de la sociedad ante estas dificultades. Según ha dicho, algunas comunidades como la sueca ya tuvieron este problemas en los años setenta y ochenta. "Y adoptaron –explicaba– los medios correspondientes entre todas las administraciones, como por ejemplo, la conciliación laboral y familiar".

Vicente Guillén valoraba positivamente el reconocimiento por parte del Gobierno central de que la regresión demográfica es un problema de estado. "Esperamos que se dé a conocer la estrategia nacional de lucha contra la despoblación que ha publicitado el Gobierno", indicaba. Haciendo alusión a un mandatario canadiense, el consejero ha señalado que para que los habitantes permanezcan en el medio rural es necesario "que lo hagan en las mismas condiciones que en el resto del país, con buenas comunicaciones, escuelas e internet".

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