El público abarrota la plaza del Torico para dejarse hechizar por el amor de Isabel y Diego

Miles de personas vibran con la escena de la muerte del Amante en el día central de la recreación. Los actores, que han logrado transmitir emoción, han recibido fuertes aplausos

Momento en que Diego de Marcilla muere de amor ante el público
El público abarrota la plaza del Torico para dejarse hechizar por el amor de Isabel y Diego
Javier Escriche

Hacía frío, pero el calor de las miles de personas que esperaban desde hacía dos horas para ver la Muerte de Diego, la escena central de la recreación de la leyenda de los Amantes, ha convertido esta noche la plaza del Torico en un microuniverso de cálida temperatura que destilaba amor por todas partes. Entre el público, venido de Valencia, de Zaragoza, de Madrid o de Cuenca, entre otras ciudades, muchas parejas –de todas las edades– aguardaban abrazadas a que empezase la representación queriéndose contagiar del romanticismo que desde el pasado jueves impregna la ciudad de Teruel.

El hechizo que misteriosamente desprende esta secuencia de la trágica historia de Isabel y Diego, en la que él, llegado de la guerra, pide a su amada que le dé al menos un beso tras saber que se ha casado por la fuerza con el Señor de Azagra, ha inundado la plaza –ahora un gigantesco teatro– nada más hacer entrada en ella el actor que da vida al Amante, Pablo Porto. Este intérprete ha sabido imprimir a su personaje –que llega gritando el nombre de Isabel a los cuatro vientos– una gran fuerza y ha dejado boquiabierto al público cuando en un santiamén se ha encaramado a la cuerda que le tiende su escudero y ha trepado por ella hasta el balcón de su amada. Los asistentes, emocionados, han proferido auténticos alaridos de admiración.

Cinco años de espera

Pero cuando el auditorio ha quedado embelesado ha sido en el momento en el que una jovencísima Isabel de Segura –interpretada por Iris Latorre, de 18 años– ha salido al balcón y ha conversado con Diego sin que este haya logrado conseguir el ansiado beso. La delicadeza del guión, obra del escritor Santiago Gascón, que pone en boca del guerrero frases tales cómo "me mantuve vivo estos cinco años solo por rozar vuestros labios" fascina año tras año a los asistentes.

"¡Qué bonito!", exclamaba el zaragozano José Luis Sancho, uno de los muchísimos visitantes que llenaban la plaza. "¡Qué patente más buena tiene Teruel con esta historia!", decía. La emoción llegó al máximo cuando Diego, decepcionado, se desploma y muere de amor "ni en contienda ni en batalla, aquí, en casa, en Teruel, y a las puertas del cielo". La escena termina con la aparición en el balcón del personaje de la muerte –interpretado por la cantante y compositora turolense María del Carmen Torres–, al que Isabel se abraza desesperada como preludio a lo que mañana ocurrirá, pues ambos Amantes, según la leyenda, mueren de amor.

"Las dos horas de espera han valido la pena", decían convencidas dos señoras venidas de Valencia. La gran aglomeración hizo que los servicios de emergencia tuvieran que trasladar al hospital Obispo Polanco a tres personas que sufrieron mareos, si bien ningún caso revestía gravedad al cierre de la edición.


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