Una fiesta multitudinaria para volver al medievo: Teruel ya recrea a sus Amantes

Cuando anuncien mañana que Diego de Marcilla ha muerto en la guerra, comenzará la 22 edición de la recreación de la historia de los Amantes de Teruel con una fiesta multitudinaria en la que se prevé la participación de 400 actores, 5.000 figurantes y hasta 17.000 personas con atuendos medievales.

Más de 800 años después, la fiesta de los Amantes de Teruel es universal. En concreto, 801 años después de que, según la leyenda, Diego e Isabel murieran de amor.

Teruel revivirá, por tanto, una historia global con un regreso al medievo que paraliza la ciudad, atrae a Aragón y llama la atención de toda España... Y de más lejos.

Porque, dentro del universo de las recreaciones históricas, y especialmente las medievales, la de Teruel es por trayectoria -este año cumple la 22 edición- y por número de participantes, una de las más importantes de España.

Esta pequeña ciudad saca pecho en una fiesta que han hecho grande los vecinos, que se implican de lleno para que, de verdad, la ciudad cambie de cara, de olor y de sabores, y en cada rincón se respire, se escuche y se vea el mundo medieval.

La recreación comenzará mañana, 15 de febrero, con el anuncio de la muerte de Diego de Marcilla, el Amante, en la guerra. Una mentira que desencadenará la tragedia, porque Isabel accederá entonces a casarse con quien quiere su padre, Pedro de Azagra, en una boda concertada por intereses económicos y que se representará el viernes.

El sábado llegará finalmente Diego a Teruel, cumplido el plazo que le dio Isabel para esperarle, y cuando ella le niegue un beso por estar ya casada, el joven amante morirá de amor ante miles de ojos en la plaza del Torico.

El domingo, con el entierro de ambos y el triunfo del amor final, terminará la 22 edición de esta recreación en la que son dos jóvenes actores aficionados, nuevos cada año, los que protagonizan la historia.

Sin embargo, el elenco de actores que dan vida a las escenas principales, recrean el medievo, por ejemplo la del Concejo de la ciudad, o visten como caballeros templarios llega a las 400 personas, según la organización.

Además, la ambientación de la época por toda la ciudad correrá a cargo de 150 grupos que representan los gremios y colectivos de ciudadanos de entonces: desde carniceros y artesanos hasta caballeros, órdenes monásticas e incluso prostitutas.

Todos ellos tienen su lugar en la fiesta, concretamente en sus "haymas", en las que las comidas, el menaje y la ropa se cuidan hasta el mínimo detalle para que nadie diga que los turolenses van "disfrazados" de medieval.

No es así: estos días la gente "se viste" de medieval, como la ciudad.

El programa de la recreación, que se celebra bajo el nombre "Las Bodas de Isabel", incluye un centenar de actos, entre las escenas principales que cuentan la leyenda, y obras teatrales para explicar el medievo, así como las que organizan los grupos, un desfile multitudinario, el torneo medieval en la plaza de toros o el toro bravo nupcial que corre por las calles del Centro Histórico al estilo medieval.

De la dramaturgia principal, este año destacan las novedades de las ubicaciones, obligadas por las obras en el Museo de Teruel que acogía tradicionalmente algunos de los actos principales.

La gerente de la Fundación Bodas de Isabel, encargada de organizar la recreación, Raquel Esteban, destaca que "aunque la estructura sea la misma, cada año es como si fuera el primero".

Cada edición también tiene un protagonista, que es el pregonero, en esta ocasión la actriz premiada con un Goya, Luisa Gavasa.

Ya ha avanzado que en el pregón, que pronunciará el viernes desde el balcón del Ayuntamiento, hablará del amor, pero del amor entre padres e hijos, porque "si el padre de Isabel hubiera sabido amar, esta tragedia no se habría desarrollado".

Pero no habría, 801 años después, una Fiesta de Interés Turístico Nacional como es esta recreación medieval, que convierte cada mes de febrero a Teruel en capital del amor, del trágico amor medieval.