El fiscal tilda de "ficticio" el relato de Francis Franco con el que se exculpa de atentado

El juicio contra el nieto de Franco, acusado de arrollar a un coche patrulla de la Guardia Civil, visto para sentencia.

Francis Franco, a su llegada a la tercera y última sesión del juicio contra él por atentado a la autoridad
Francis Franco, a su llegada a la tercera y última sesión del juicio contra él por atentado a la autoridad
M. A. M.

El Ministerio Fiscal cargó este miércoles en su escrito de conclusiones contra Francis Franco y afirmó que el viaje desde su finca de Aranda del Moncayo (Zaragoza ) a Madrid y de aquí a Calatayud, que relató para probar que no conducía el todo terreno que el 30 de abril de 2012 embistió a un coche patrulla de la Guardia Civil que le perseguía por una pista forestal entre Lagueruela y Collados, es "ficticio".

El fiscal destacó que las declaraciones de los 6 testigos de la defensa, según las cuales el nieto mayor de Franco estaba aquel día en Madrid haciendo gestiones y sería un extrabajador suyo quien pilotaría el todoterreno, tienen lagunas y "no llegan ni a coincidir". La acusación pública sostiene que no se sabe quién le lleva desde Aranda al AVE Calatayud-Madrid, que el procesado no ha presentado los billetes del tren y que los repetidores sitúan su teléfono móvil cerca de donde ocurrieron los hechos. "Ese vehículo era conducido por el señor Franco", concluyó.

El abogado del Estado, que defiende al cuerpo armado, y el de la acusación particular, ejercida por un agente que resultó herido en la colisión, estiman que los testigos incurrieron en contradicciones. El letrado de esta última parte, Carlos Muñoz, incidió en que las antenas apuntan a que el teléfono móvil de Francis Franco hizo aquel día el mismo recorrido que Iván L., el joven que en un primer momento dijo haber sacado del lugar en su coche a Francis Franco y a un empleado suyo, si bien luego se retractó y negó que uno de ellos fuera el nieto de Franco. "No hay una explicación creíble", afirmó Muñoz.

La abogada de Francis Franco, Laura Maniega, pidió la absolución para su defendido por estimar que todas las acusaciones se apoyan solo "en conjeturas" y que el agente que dijo haber reconocido a Francis Franco por el espejo retrovisor del todo terreno admitió también que "no al 100%". "No hay ninguna prueba de cargo", subrayó la letrada, quien atribuyó el relato de los dos agentes al ánimo de estos de justificar "su impericia". Según Maniega, los graves daños que presentaba el vehículo oficial de la Guardia Civil eran "incompatibles" con los del todo terreno, apenas imperceptibles, lo que indicaría que esos desperfectos "se los hicieron ellos". Añadió que los agentes –en base a un testimonio que no se ha visto en el juicio– habrían llegado a disparar el arma reglamentaria injustificadamente. Por último, esta parte alegó que Francis Franco dejó cargando su móvil en la finca de Aranda y que el dispositivo que activó las antenas en el lugar de los hechos fue una táblet que utiliza otra tarjeta del mismo teléfono y que se usa en los coches como geolocalizador.

Roberto Gállego, el abogado de Silviu N., presuntamente copiloto de Francis Franco aquel día, dijo que tampoco su cliente iba en el coche y que las acusaciones se han desinflado a lo largo del juicio "como un ‘souffle". José María Sancho Seuma, que representa a la aseguradora del todo terreno vinculado a la familia Franco, coincidió con las otras defensas en que "los hechos no pudieron ocurrir como relata la Guardia Civil".

El juicio, que ha atraído a casi 40 periodistas, quedó ayer visto para sentencia tras tres días en los que una veintena de testigos han declarado. Francis Franco se enfrenta a una petición de condena de 6 años de cárcel y multas que suman más de 25.000 euros por atentado a la autoridad y un delito contra la seguridad vial.

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