A prisión uno de los seis sospechosos de trasladar a la UE iraquíes en camiones frigoríficos por la A-23

El juez deja en libertad a los otros cinco investigados, si bien uno de ellos deberá pagar una fianza de 16.000 euros.

Uno de los detenidos, esposado, es conducido por la Guardia Civil desde el furgón de seguridad al Juzgado
Uno de los detenidos, esposado, es conducido por la Guardia Civil desde el furgón de seguridad al Juzgado
Antonio García/Bykofoto

Uno de los seis detenidos esta semana en Valencia y Bilbao como sospechosos de integrar una organización internacional dedicada a facilitar la inmigración ilegal de ciudadanos kurdo-iraquíes a Reino Unido a través de España, S. R. M., ha sido enviado esta madrugada a prisión provisional, comunicada y sin fianza, por el titular del Juzgado de Instrucción número dos de Teruel, que coordina la investigación.

El magistrado ha dejado en libertad a los otros cinco, si bien a uno de ellos, Y. M. S., le impone el pago de una fianza de 16.000 euros en el plazo máximo de 10 días y, al igual que a otra de las investigadas, E. M. L., le obliga a comparecer dos veces al mes en el Juzgado y cuantas veces fuese llamado ante el Tribunal.

La red estaría detrás del transporte, en condiciones infrahumanas, de 14 personas -ocho de ellas niños menores de 13 años- en dos camiones frigoríficos que fueron interceptados el año pasado en la A-23 a la altura de Ferreruela de Huerva y Villafranca del Campo.

Un fallo en el sistema informático del Jugado retrasó este viernes las declaraciones de los seis investigados, que arrancaron a las 10 de la mañana y no han acabado hasta las dos de la madrugada de hoy.

La operación desplegada para desarticular la trama, bautizada como Brocolín y en la que ha participado la Europol, continúa abierta y no se descartan nuevas detenciones, si bien la Policía considera que la red ha sido ya descabezada al encontrarse entre los detenidos el supuesto líder de la mafia, S. R. M., un iraquí nacionalizado español y residente en Valencia, el único de los investigados que ha sido enviado a prisión.

De origen iraquí

Desde el Ministerio del Interior informaron ayer de que la red, de origen iraquí aunque integrada también por españoles, cobraba de 3.000 a 10.000 euros por persona, independientemente de las veces que intentara llegar a su destino y en función del medio de transporte utilizado y del riesgo para la integridad física.

La Policía calcula que la organización criminal llevaba años traficando con ciudadanos del Kurdistán iraquí que huyen de la zona por el conflicto bélico y que solo a lo largo de 2017 habría transportado a un centenar de personas. La ruta de Iraq a Reino Unido pasaba por el corredor Cantábrico-Mediterráneo hasta puertos del norte de España o bien se realizaba por pasos fronterizos del norte de Francia, como Calais o Dunkerque.

Una fuerte jerarquía estructuraba la organización. Junto al cabecilla trabajaban los pasadores, que incluso viajan en el transporte con los inmigrantes, y los captadores, encargados de poner en contacto con la red a los interesados en entrar en la UE. Todo apunta a que, aparte del líder de la trama, el resto de las personas que comparecieron ayer en los juzgados turolenses desarrollarían cometidos de apoyo.

Hasta 40 horas en un remolque helado

Un viaje terrorífico es el que han realizado los kurdo-iraquíes que se han puesto en manos de la red de transporte ilícito a Reino Unido ahora desmantelada. Según ha podido averiguar la Policía, las víctimas suben al remolque del camión aprovechando el descanso nocturno del conductor, que desconoce lo que está ocurriendo. Quienes les conducen hasta el trailer tienen tal habilidad que abren cerraduras y sustituyen precintos sin que se detecte forzamiento alguno. Estas mismas personas son las que recolocan la carga del camión –generalmente hortalizas– y acondicionan un pequeño espacio en el que se ocultan las personas traficadas.

Los polizones, habitualmente familias con hijos pequeños –incluso bebés, como ocurrió en la expedición interceptada en Villafranca del Campo– pueden llegar a tener que permanecer entre 30 y 40 horas dentro del camión frigorífico a temperaturas que no superan los 4 grados.

Según relata la Policía, los ‘pasadores’, integrantes de la mafia que a veces acompañan a las víctimas en el desplazamiento, llegan incluso a golpear o suministrar algún hipnótico a quienes han entrado en pánico mientras viajan en el interior del camión. En estas circunstancias, los investigadores alertan de que las víctimas podrían morir en el intento de llegar a la UE

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