Alicia Torres: "Los reparos estéticos que frenaron el Asilo hace 12 años encubrían falta de financiación"

La autora del proyecto para rehabilitar el antiguo geriátrico de San Julián como conservatorio, el más ambicioso de la legislatura en Teruel, redactó 7 versiones del documento.

Alicia Torres, en el viejo viaducto de Teruel. Al fondo, las obras de rehabilitacion del Asilo de San Julián.
Alicia Torres, en el viejo viaducto de Teruel. Al fondo, las obras de rehabilitacion del Asilo de San Julián.
J. E.

¿Cuántas modificaciones ha sufrido el proyecto para rehabilitar el Asilo de San Julián como conservatorio y centro social desde su primera redacción en 2004 hasta llegar al diseño que está ahora en ejecución?

Cuatro básicas más otras tres intermedias.

¿A qué se debió tanto ir y venir de proyectos?

El primer proyecto, que tenía todos los parabienes, lo paralizó en 2006 la Comisión Provincial del Patrimonio Cultural por sus reparos al diseño, que a mi juicio fueron una excusa para justificar la falta de financiación.

¿Y los siguientes tropiezos?

El segundo proyecto se modificó a fondo en vísperas de unas elecciones locales y autonómicas y ahí se quedó. Después, en 2010, se convocó un concurso y lo ganamos, pero el programa de necesidades planteado por el Ayuntamiento no se adecuaba a los requisitos de la Consejería de Educación. Se modificó entero para adecuarse a las necesidades de Educación en 2011, pero también fue criticado por Patrimonio. Sobre ese proyecto hubo modificaciones que consiguieron el visto bueno definitivo.

¿Patrimonio ha sido el gran obstáculo a superar?

Sí, porque el emplazamiento es muy conflictivo por su carácter emblemático, bajo los dos viaductos.

La última modificación del proyecto fue para adaptarlo al riesgo de terremotos, una piedra con la que también tropezó el hospital del Planizar.

La adaptación no era obligatoria, pero visto el precedente del hospital del Planizar y para evitar problemas, se recalculó la estructura para resistir terremotos. No hubo encarecimiento –la obra fue adjudicada por 6,9 millones de euros a la UTE Contratas Vilor-Electrotecnia Monraval–.

¿El diseño en ejecución es el mejor de los siete barajados en estos 14 años de tramitación?

Las modificaciones han mejorado las condiciones de uso, sobre todo del conservatorio, pero el diseño en cuanto a distribución de volumenes apenas difiere del inicial. La primera y la última son las versiones más parecidas en volumetría.

¿Por qué solo se conservará la fachada del edificio original cuando el proyecto preveía rehabilitar varias alas?

Se han tenido que demoler partes que se iban a conservar porque los ensayos demostraron que su estado estructural era muy malo, y se ha deteriorado desde que se redactó el primer proyecto. Las cubiertas se han hundido y las filtraciones se han acumulado y han afectado a la estructura hasta hacer inviable su mantenimiento. La solución más lógica es cambiar el proyecto pero manteniendo el volumen. Es más eficiente demoler y volver a construir porque la estructura será nueva y el edifico tendrá una duración homogénea.

¿Fue un error apostar por rehabilitar en lugar de por un edificio de nueva planta desde el principio?

Se le tenía cariño a ese edificio, pese a no estar protegido. Para evitar problemas de gestión, se apostó por la rehabilitación parcial. Por otro lado, no se puede modificar la volumetria por la afección derivada de la proximidad del viaducto, que es competencia de Fomento.

¿Cuál es el estado de la fachada?

Es el sello de identidad del edifico. Se ha estabilizado en su totalidad. Con la construcción del conservatorio quedará bien, aunque no es una maravilla constructiva.

¿Cómo será la fachada posterior?

Será de hormigón reforzado con fibra de vidrio, pero cuando llegue su construcción se propondrán muestras a la Comisión del Patrimonio para elegir el color.

El modificado en redacción, derivado de las demoliciones imprevistas, ¿alterará el coste y el plazo de ejecución?

El presupuesto se incrementará dentro del 7,5% previsto en la adjudicación, como máximo. Alargará el plazo de ejecución durante dos meses y pasará de 18 a 20.

¿Se aprovechará la demolición imprevista de la capilla para rediseñar el auditorio que ocupará su lugar?

Al demolerla, los espesores de muro se reducen e introducimos pequeñas mejoras. La platea estará en pendiente para facilitar la visualización del escenario. El deambulatorio para el acceso de los artistas será permeable y se podrá añadir al escenario, que tendrá 158 metros cuadrados, más superficie que el del teatro Marín. También mejora la accesibilidad.

¿Cómo avanza la cimentación?

Se ha llevado a cabo una cimentación con pilotaje de hasta 13 metros de profundidad, pero el terreno ha salido mejor de lo previsto y en algunos casos no hay que llegar tan hondo. Se cumplen los plazos, salvo los 2 meses de prolongación por el último modificado.

¿El barrio de San Julián se beneficiará de contar con el conservatorio y el centro social?

Supondrá su revitalización. Lo sabe bien el presidente de la asociación de vecinos, Pepe Polo, que ha sido un motor del proyecto. Generará flujos de público todo el día. Y el auditorio dinamizará la vida cultural de Teruel.

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