La empresa que prueba el dron contraincendios en el aeropuerto quiere instalar también la planta de montaje

La UME se ha interesado por el avión no tripulado más grande del mundo de uso civil, que se ensaya en la plataforma turolense para conseguir la certificación oficial.

El prototipo del dron para la lucha contraincendios, en la pista del aeropuerto de Teruel.
El prototipo del dron para la lucha contraincendios, en la pista del aeropuerto de Teruel.
Jorge Escudero

El dron de uso civil más grande del mundo, el Flyox I, ha iniciado las pruebas de funcionamiento en el aeropuerto de Teruel con el objetivo de conseguir la certificación oficial previa a la comercialización. La empresa creadora, Singular Aircraft, con sede en Cornellà (Barcelona), prevé a más largo plazo construir la planta de ensamblaje de esta aeronave no pilotada en la capital turolense para aprovechar la existencia del complejo aeroportuario de Caudé.

La avioneta no tripulada –de 11 metros de largo, 14 metros de envergadura de alas y 4.000 kilos de peso máximo– se someterá a un periodo de ensayos de entre tres y cuatro años para conseguir la certificación del Instituto Nacional de Técnica Aeroespacial (INTA). La validación es necesaria para la fabricación en serie y comercialización en España. Entre los primeros clientes, podría figurar la Unidad Militar de Emergencias (UME), que ha manifestado su interés por incorporar esta aeronave a su equipamiento.

El aeropuerto de Teruel será escenario de los primeros ensayos en España, aunque el director general de la compañía, Miquel Colom, ha explicado que previamente se han llevado a cabo vuelos con otros prototipos en Sao Tomé (África) y en Islandia. El dron cuenta con varias unidades en fase de pruebas pero el fabricante confía en iniciar la comercialización antes de terminar 2018 en países que no requieran de la certificación del INTA.

Entre las aplicaciones del Flyox I, destaca su utilización para la extinción de incendios. Este avión no tripulado puede cargar 2.000 litros de agua y tiene la ventaja sobre otras aeronaves contraincendios de poder operar por la noche y sin poner en riesgo a tripulantes. Su manejo se lleva a cabo desde una base que puede estar a una distancia máxima de 80 kilómetros. El fabricante resalta que el dron tiene un menor coste de adquisición –840.000 euros–, explotación y mantenimiento que los aviones tripulados.

Además de ensayar en la pista de aterrizaje y de los vuelos, el Flyox I se probará como hidroavión capaz de aterrizar sobre el agua y cargar sus depósitos para la lucha contra el fuego. El pantano del Arquillo, en las cercanías del aeropuerto, es el principal candidato para los test con agua.

El proceso de certificación podría ir seguido de la instalación en Teruel de una planta de ensamblaje del dron para rentabilizar la ventaja que supone contar con un aeropuerto en las cercanías. Miquel Colom ha explicado que el "objetivo" de la compañía es levantar cerca del complejo aeronáutico turolense una fábrica de montaje que se sumaría a la que la compañía tiene en Cornellà.

Colom ha añadido que es conveniente tener "lo mas cerca posible" de la fábrica un aeropuerto disponible para probar los drones ante los clientes. El directivo de Singular Aircraft ha adelantado que, aunque es pronto para concretar plazos de ejecución y cuantía de la inversión, el centro de montaje podría alcanzar en un periodo de "dos o tres años" una producción de 100 unidades anuales, lo que requeriría de una plantilla de unas 30 personas.

El empresario ha explicado que también se han interesado por adquirir el dron clientes de India, China y México. Entre los potenciales compradores, hay organismos públicos y también particulares. Miquel Colom ha añadido que la presencia de estos visitantes para asistir a las demostraciones de funcionamiento será "un buen escaparate" para la ciudad.

Durante el periodo de certificación que ahora se inicia, la empresa contará con un mínimo de seis operarios y máximos de una quincena. El ensayo se complementará con fases de labores documentales y burocráticas. Para las pruebas de campo se ha elegido el aeropuerto de Teruel por su clima seco y estable, su larga pista de aterrizaje, la ausencia de vuelos comerciales y su entorno "deshabitado", lo que, según ha indicado Colom, permite realizar los vuelos sin sobrevolar núcleos urbanos reduciendo así el riesgo de daños personales en caso de accidente.

El director del aeropuerto, Alejandro Ibrahim, ha calificado el desarrollo del dron Flyox I de proyecto "estratégico" para la plataforma turolense al suponer un paso más en la actividad basada en la tecnología aeronáutica.

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