El PP volvería a ganar las elecciones locales en Teruel si se celebraran ahora y revalidaría sus resultados de 2015 al conservar los 8 concejales actuales, lejos, no obstante, de la mayoría absoluta, cifrada en 11. Los populares conservarían la Alcaldía –la alianza de fuerzas necesaria para configurar una mayoría absoluta alternativa es inviable–, pero precisarían de apoyos para gobernar. La complicidad de las fuerzas de centro derecha, PAR y Ciudadanos, que mantendrían sus dos ediles o que incluso podrían incrementarlos –en el caso de la formación naranja–, augura la continuidad del equipo de gobierno.

El PSOE seguiría como segunda fuerza más votada, aunque mejoraría sensiblemente su porcentaje de votos y también el número de ediles, que podría pasar de cinco a seis o, incluso, siete en el mejor de los escenarios. El crecimiento pronosticado por el sondeo electoral al pasar del 19,8% de las papeletas de hace dos años al 23,4% se consigue, principalmente, a costa de un notable recorte del resultado de Ganar Teruel –coalición de Los Verdes e IU–, que caería del 14,9% de los votos al 10,3% y de 3 a 2 ediles.

Ciudadanos es la formación que más crecería tras el PSOE, al ganar un 2,9% de votos y aspirar al tercer concejal. El PAR apenas experimentaría variaciones y conservaría sus dos concejales, aunque retrocedería ligeramente en votos al bajar de 10,1% a 9,5. También CHA amarraría su actual concejalía, aunque su apoyo en las urnas se rebajaría del 7,5% al 6,5%.

La encuesta de A+M revela que el electorado de C’s es el más fiel, con un 89,1% de votantes que repetirían su elección. La candidatura que más votantes pierde es la de Ganar, cuya principal fuga –el 18,5% de los electores de 2015– engorda las expectativas del PSOE. El 65,9% de quienes eligieron papeletas del PP_volverían a hacerlo, pero el 23,1% se marcharía a Ciudadanos, que también rebañaría electorado del PAR.