El aeropuerto de Teruel iniciará los primeros vuelos en horario nocturno a partir de la próxima semana, después de que la Agencia Estatal de Seguridad Aérea (AESA) concediera recientemente los permisos para poder operar de noche a demanda mediante la normativa VFR (Reglas de Vuelo Visual).

Este horario será estrenado por los alumnos de la escuela de pilotos británica Flying Time Aviation, que desde hace un año dispone de instalaciones en el aeropuerto turolense para realizar las prácticas de vuelo. El director del complejo aeroportuario, Alejandro Ibrahim, adelantaba este martes que como consecuencia del nuevo servicio, el centro formativo ha incrementado el alumnado, que ha pasado este mes de cinco a ocho aspirantes a piloto. "Lo estaban esperando –precisaba el directivo–, porque los alumnos no pueden operar por la noche hasta que no tienen un cierto rodaje de vuelos diurnos". "Ahora –agregaba– la Escuela está programando sus prácticas con dos instructores y otras tantas avionetas".

Ibrahim ha anunciado que alguna compañía ya ha mostrado su interés en trasladarse a Teruel para realizar vuelos nocturnos. "Hay pocos lugares en España donde se puedan desarrollar estas prácticas y para conseguir el título de piloto comercial es necesario contar con un mínimo de vuelos de noche", aclaraba el director de la plataforma aeroportuaria.

Para obtener la autorización de AESA, el aeropuerto ha tenido que desarrollar nuevos equipamientos destinados a mejorar la visibilidad nocturna, como balizas y torres luminosas, en los que se ha invertido 40.000 euros.

Este tipo de vuelos se realizarán de forma restringida y bajo demanda, de manera que las instalaciones lumínicas puedan adaptarse a las necesidades de los usuarios en cada momento.

El aeropuerto está inmerso en estos momentos en otros proyectos, como es la instalación de fibra óptica y la implantación del sistema de navegación guiado por satélite, un método novedoso que permitirá operar en condiciones de visibilidad deficientes. Ambas actuaciones se encuentran en fase de licitación. Esta última, la de mayor envergadura, ha salido a concurso por un presupuesto de 360.000 euros, con un plazo de ejecución de cuatro meses.