Endesa mantiene la incertidumbre sobre el futuro de la central de Andorra

La compañía eléctrica espera a que se apruebe el real decreto que regulará los cierres de las centrales para decidir si pide la clausura de la térmica

Imagen de la  central de Andorra
Imagen de la central de Andorra, el mes pasado
Laura Uranga

Endesa esperará a conocer la redacción final del real decreto que regulará el cierre de centrales eléctricas en España antes de adoptar una decisión sobre la petición de autorización para proceder a la clausura de sus centrales de carbón de Compostilla (León) y Teruel (Andorra).

En declaraciones a la prensa, el consejero delegado de la eléctrica, José Bogas, indicaba este jueves en Madrid que la compañía no ha procedido " todavía" a pedir la autorización de cierre para estas dos plantas, ya que quiere " esperar a ver cómo termina el decreto y la ley de transición energética.

El pasado mes de mayo, Enel, principal accionista de Endesa, anunció su intención de cerrar las centrales de Compostilla (León) y Andorra (Teruel) en 2020.

El Ministerio de Energía ha remitido el borrador de real decreto de cierres a la Comisión Nacional de los Mercados y de la Competencia (CNMC), que ha procedido a abrir un periodo de alegaciones que podría prolongarse por unos 20 días, por lo que su informe podría estar listo antes de finales de año. La propuesta gubernamental endurece las condiciones para autorizar los cierres y puede imponer la continuidad de las plantas mediante su traspaso a otro operador por subasta o compensando al titular por el mantenimiento de la actividad.

Bogas ha defendido que debe ser el Gobierno quien valore todo, ya que " tiene el derecho y la obligación de fijar la política energética del país", y, " una vez que lo haga, nosotros estaremos a lo que el Gobierno diga".

Asimismo, ha dicho compartir el hecho de que se vayan a concretar a través del grupo de trabajo de expertos constituido y de la nueva ley de transición energética " las reglas que regirán la política energética española".

" A veces, el fijar ese tipo de reglas de lo que va a ser la política energética supone que haya decisiones que se tengan que tomar en beneficio del sistema general que conllevan unos costes, pero que son una especie de seguro ante episodios de elevada volatilidad de precios o escasez de recursos externos", añadía al respecto.

A diferencia del régimen actual –que solo contempla la seguridad del suministro–, el borrador de real decreto para el cierre de centrales de generación lanzado por el Gobierno también prevé valorar la coherencia del cierre con el cumplimiento de los objetivos medioambientales y del clima, así como la coherencia de los precios y la competencia del mercado eléctrico.

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