El Servicio de Nefrología del Obispo Polanco quiere incorporar una nueva técnica a su cartera de servicios

La falta de plasmaféresis, un método que depura el torrente sanguíneo, obliga a derivar a hospitales de Zaragoza a los pacientes que lo necesitan.

El Servicio de Nefrología del Obispo Polanco quiere incorporar una nueva técnica a su cartera de servicios
El Servicio de Nefrología del Obispo Polanco quiere incorporar una nueva técnica a su cartera de servicios
M. Á. M.

El Servicio de Nefrología del Obispo Polanco ha propuesto al Gobierno aragonés incorporar a su cartera de servicios la plasmaféresis, una técnica de depuración sanguínea extracorpórea indicada para un gran número de patologías que al no existir en el hospital turolense obliga a derivar a Zaragoza a aquellos pacientes que podrían beneficiarse de ella.

El jefe de Nefrología del hospital turolense, Antonio Gascón, ha destacado este jueves que la puesta en marcha de esta nueva prestación tendría un coste económico asumible para la Administración autonómica, pues el Servicio dispone ya de personal sanitario cualificado para la utilización del equipo, lo que rebaja los gastos. Gascón incidió en que la ausencia de esta técnica terapéutica hace que algunos pacientes mayores pierdan la oportunidad de probarla, pues en atención a su avanzada edad se buscan para ellos alternativas que eviten el desplazamiento a la capital aragonesa.

Esta demanda ha obtenido este jueves todo el respaldo de uno de los mayores especialistas nacionales en plasmaféresis, Fernando Anaya, del Servicio de Nefrología del hospital Universitario Gregorio Marañón de Madrid, que por la mañana ha pronunciado una conferencia en el Obispo Polanco ante un nutrido grupo de médicos especialistas para dar a conocer las ventajas de esta técnica, utilizada principalmente en enfermedades neurológicas, nefrológicas, reumatológicas y hematológicas.

Anaya ha explicado que la plasmaféresis es vital para determinadas patologías al eliminar del torrente sanguíneo moléculas que causan la enfermedad y la perpetúan. El experto ha afirmado que los pacientes “no tienen fronteras ni condiciones” y que recibiría una “gran alegría” si dentro de un año el hospital turolense hubiera podido aplicar la técnica a algunos enfermos, por pequeño que fuera el número de estos.

“La vida de una persona no tiene precio”, ha recalcado Anaya, quien ha añadido que también debe valorarse el ahorro que supondrá la puesta en marcha del equipo, pues muchos pacientes no vuelven a ingresar de sus dolencias en el hospital tras haberse sometido a la plasmaféresis. “En Medicina, poder es deber”, ha sentenciado el nefrólogo.

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