Alertan del riesgo de ruina del edificio más representativo de la estación de Caminreal

El alcalde pide ayuda para reparar el inmueble, sin uso y víctima del vandalismo.

El alcalde de Caminreal, Joaquín Romero, delante del edificio de la estación, que tiene una torre.
El alcalde de Caminreal, Joaquín Romero, delante del edificio de la estación, que tiene una torre.
Jorge Escudero

El Ayuntamiento de Caminreal, la Plataforma en Defensa del Tren de Teruel y un equipo de arquitectos respaldado por la Asociación de Ferrocarriles y Tranvías de Aragón han dado la voz de alarma sobre el riesgo de ruina en que se encuentra el edificio más representativo de la estación ferroviaria de dicha localidad del Jiloca. Se trata de una construcción de 1934 de estilo racionalista firmada por uno de los principales abanderados de este estilo en España, Luis Gutiérrez Soto, que se cae a pedazos víctima de la falta de uso y el vandalismo.

La decrepitud del inmueble, según explicó ayer el alcalde de Caminreal, Joaquín Romero, comenzó hace ocho años, cuando los cambios introducidos en la estación ante la reforma de la línea Zaragoza-Teruel dejaron a un lado este histórico edificio sustituyéndolo por una construcción más funcional pegada al nuevo trazado de las vías. De entonces a esta parte, autores desconocidos han reventado las puertas y las ventanas convirtiendo el interior en un nido de basura y escombros. Con todo, lo que más preocupa es el mal estado de la cubierta, con tejas y aleros rotos que dejan entrar el agua cuando llueve.

"Era un edificio precioso y ahora es una ruina", denunció Romero. "Es lamentable que esté tan estropeado; pienso que entre todos deberíamos poder hacer algo para salvar este valioso elemento patrimonial", continuó. El alcalde, con nostalgia, recordó que Caminreal fue antaño un nudo de comunicaciones ferroviarias que hizo que el complejo de edificios de la estación, junto al que se abrieron dos posadas, llegara a estar habitado por 700 personas. No obstante, el cierre del ramal Camireal-Calatayud en 1985 supuso el principio de la decadencia de este enclave.

Para Romero, el actual estado del edificio de Gutiérrez Soto supone "un peligro". El alcalde de Caminreal explica que, "al estar abierto por todas partes, aquí entra gente a hacer botellón sin ningún control y un día puede haber un accidente". Añade que el Ayuntamiento carece de recursos económicos para hacer frente a la restauración de un inmueble que, por otro lado, es propiedad del ADIF (Administrador de Infraestructuras Ferroviarias?).

"Es urgente actuar"

El arquitecto Ángel Luis Muñoz Barrado, que junto a su colega Miguel Ángel Carreras ha defendido ante el Justicia de Aragón –a solicitud de la propia institución– la recuperación de esta construcción ferroviaria, destacó que el edificio está catalogado de Interés Cultural y que "es urgente" arreglar, al menos, su cubierta para frenar el proceso de "ruina progresiva" en el que ha entrado.

Muñoz Barrado señaló que una intervención de ese calado costaría alrededor de 60.000 euros, un presupuesto del que no disponen las entidades interesadas en la restauración de la construcción. Subrayó que, sin embargo, "el deterioro del techo y las paredes va a más y corre prisa realizar una intervención". El arquitecto expuso que su propia profesión le ha obligado a "denunciar" el mal estado en que se encuentra el edificio.

El portavoz de la Plataforma en Defensa del Ferrocarril de Teruel, Pablo Justo, consideró "lamentable" el deterioro de la estación y apremió a las administraciones a atajar los daños. Por su parte, el representante de la Asociación Turolense de Amigos del Ferrocarril, Carlos Sanz, defendió la conservación de un edificio "singular" de interés histórico-artístico.

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